La policía de Saitama remitió a los fiscales a la directora de la guardería y a una exempleada por negligencia, informó Japan Today.
Personal médico de emergencia llegó a la piscina después de recibir la llamada de una profesora que encontró a la niña flotando inconsciente. La pequeña, Miku Akanuma, aún estaba viva y fue llevada a un hospital, pero murió en la madrugada del día siguiente.
Cuando ocurrió el trágico hecho, 19 niños de tres a cinco años estaban jugando en la piscina bajo la supervisión de dos profesoras. Sin embargo, solo una estaba vigilando a los pequeños, pues la otra (la que ha sido acusada) estaba ordenando el equipo de la piscina. La mujer admitió que mientras lo hacía perdió de vista a los niños.
La piscina tenía seis metros de largo, cuatro de ancho y de 70 a 95 centímetros de profundidad. (International Press)
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