La muerte de Yua, la niña de cinco años que era maltratada física y psicológicamente por su padrastro y su madre, podría haberse evitado si las autoridades hubieran actuado con mayor diligencia.
Antes de mudarse a Tokio, Yudai Funato (33), su esposa Yuri (25) y su hija Yua vivían en la prefectura de Kagawa.
En Kagawa, Funato también golpeaba a su hijastra. Yua fue puesta bajo custodia temporal dos veces por un centro de bienestar infantil para protegerla del hombre, revela Japan Today.
La policía local acusó a Funato de violencia contra la niña y remitió su caso dos veces a los fiscales.
Después la familia se trasladó a Tokio. Cuando se mudaron, las autoridades de Kagawa notificaron a una oficina de bienestar infantil en el distrito de Shinagawa sobre la situación de Yua. El 9 de febrero, la gente de Shinagawa visitó el apato de los Funato, pero la mamá no los dejó entrar.
Yua murió el 2 de marzo. Pesaba solo 12 kilos, unos ocho por debajo de lo que le correspondía por su edad.
Al día siguiente, Funato fue arrestado, acusado de haberle pegado en el rostro. La madre recién fue arrestada el miércoles, después de que la policía reunió suficiente evidencia para hacerlo.
Los Funato no llevaron antes al hospital a la pequeña porque les preocupaba que se descubriera el abuso. Cuando la situación se agravó, el hombre hizo una llamada de emergencia, pero ya era tarde. Los médicos no la pudieron salvar.
Dejaron de alimentarla bien en enero. Solo le daban medio tazón de arroz y un plato de sopa al día.
El hombre le decía que estaba gorda y la forzaba a levantarse a las 4 a. m. y registrar su peso en un cuaderno.
La policía ha encontrado escritos de la niña en hiragana en los que suplicaba a su madre y su padrastro que dejaran de abusar de ella. También escribió: “Mañana lo haré mejor que hoy. Por favor, perdónenme”. En otro apunte decía que estaba arrepentida de haber jugado y que no volvería a hacerlo.
Una vez el criminal la obligó a dormir en el balcón durante el invierno y se le congeló un pie. (International Press)
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