Cuando Mamoudou Gassama, un maliense de 22 años, arribó a Francia hace ocho meses en busca de un futuro mejor, jamás imaginó que en medio minuto pasaría de ser un migrante sin papeles como miles a un héroe nacional.
Donde otros eligen mirar, él eligió actuar. El sábado, Mamoudou caminaba por una calle de París cuando vio a un grupo de gente congregada frente a un edificio.
El hombre nacido en Mali se acercó, vio a un niño que colgaba del balcón de un cuarto piso y no lo dudó: trepó con agilidad, de balcón en balcón, hasta el cuarto piso, tomó al niño y lo puso a salvo.
Un transeúnte grabó todo y el video se viralizó.
Mamoudou contó después que cuando vio al niño lo único que se le pasó por la cabeza fue salvarlo. “Gracias a Dios lo salvé”, dijo. Luego, con el pequeño ya fuera de peligro, le empezaron a temblar las piernas.
Tanta repercusión ha tenido su heroica acción que el mismísimo presidente de Francia, Emmanuel Macron, lo invitó al Palacio del Elíseo para expresarle su agradecimiento y entregarle una condecoración por su valor.
Macron no se limitó a los gestos simbólicos, pues aseguró que la situación migratoria de Mamoudou se regularizará pronto y podrá ser un ciudadano francés. Además, le ofrecerán un puesto de bombero.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, también lo elogió y se refirió a él como “Spiderman”.
A estas alturas, muchos se preguntarán dónde estaban los padres del niño de cuatro años. La mamá vive en otro lugar y el papá había dejado al pequeño solo para hacer unas compras. (International Press)
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