El asesinato de Tamaki Omomo, la niña de siete años que fue estrangulada y atropellada por un tren en la prefectura de Niigata el lunes, ha causado un shock en la escuela donde estudiaba.
La junta educativa de la ciudad de Niigata ha enviado consejeros de salud mental al colegio debido a que algunos niños, sobre todo compañeros de la víctima, muestran señales de angustia, reveló la agencia Kyodo.
Todo el mundo está en alerta en la comunidad local.
Profesores y policías se apostaron frente a la escuela y en las calles cercanas mientras los padres acompañaban a los niños en su camino al colegio.
Una mujer de 34 años, madre de un niño de tercer grado de primaria, contó que le habló a su hijo sobre el caso y que le pidió que tuviera cuidado.
Otro padre declaró: «Me he quedado sin palabras pensando en cómo sus padres deben sentirse. Espero que el caso se resuelva pronto». (International Press)
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