Harenohi es una empresa de alquiler de quimonos que arruinó el día en que alrededor de 300 mujeres debieron celebrar su condición de nuevas adultas.
Miu Uchiyama, una estudiante universitaria, tuvo que utilizar el quimono de una amiga de su mamá. “Estuve llorando todo el tiempo… No puedo creer que esto haya pasado en mi ceremonia de mayoría de edad”, declaró a la agencia Kyodo.
¿Qué ocurrió? Que la compañía, que debió alquilar quimonos o ayudar a vestirse a las afectadas, se hizo humo.
Harenohi opera cuatro tiendas, tres de las cuales estuvieron cerradas.
En Yokohama, unas 200 jóvenes esperaron en vano al personal de la tienda en un hotel para que las ayudara a vestirse. Fue imposible contactarse con ellos.
En Hachioji, alrededor de cien perjudicadas tampoco pudieron establecer contacto con la compañía.
La única tienda que estuvo abierta fue la de la prefectura de Fukuoka. Un empleado reveló a Kyodo que no han podido comunicarse con el presidente de la compañía desde que comenzó el año; sin embargo, el gerente del local decidió abrir para atender a sus clientas.
Las mujeres en Japón tradicionalmente visten kimonos «furisode» para las ceremonias de mayoría de edad, que se celebra cuando la joven ha cumplido o cumplirá 20 años en el año fiscal en que se realizan. (International Press)
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