La compañía Kansai Electric Power decidió desechar dos reactores nucleares de su planta de Oi, situada en la prefectura de Fukui, debido principalmente a los grandes costos que acarrearía actualizar sus equipos para cumplir con las nuevas normas en Japón tras el desastre nuclear de Fukushima, informó la agencia Kyodo.
Los reactores, con una capacidad de 1.175 megavatios cada una, operaban desde 1979.
Las nuevas normas de seguridad para el funcionamiento de las centrales nucleares son hoy más estrictas a raíz de la crisis en Fukushima, desatada por el tsunami del 11 de marzo de 2011.
Las nuevas regulaciones establecen, en principio, que los reactores nucleares no pueden funcionar durante más de 40 años. Sin embargo, si sus equipos se modernizan con el fin de reforzar la seguridad y los reactores superan los controles de la Autoridad de Regulación Nuclear pueden continuar operando 20 años más.
Los dos reactores de Oi hubieran cumplido 40 años en 2019. (International Press)
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