Los cuatro adolescentes que vandalizaron un sitio histórico en Okinawa pidieron perdón por sus acciones, informó la NHK.
La mayoría, según la policía, dijo que intentaron hacer una broma sin conocer el significado histórico del sitio, la cueva Chibichiri-gama, donde se suicidaron 83 personas en 1945 ante el temor de ser asesinadas o capturadas por los soldados estadounidenses.
Algunos de los vándalos, que tienen entre 16 y 19 años, dijeron que atacaron la cueva, destruyendo objetos, como una “prueba de valentía”, pues creían que el sitio estaba “embrujado”.
La cueva es símbolo de la Batalla de Okinawa.
El incidente no solo ha causado indignación en Okinawa, sin también preocupación entre quienes consideran que no se está logrando transmitir con eficacia la historia y la educación para la paz.
El gobernador okinawense, Takeshi Onaga, expresó su preocupación de que el anhelo de paz de Okinawa no se haya transmitido completamente a los jóvenes. (International Press)
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