Las Vegas (EE.UU.).- El púgil estadounidense Floyd Mayweather junior y el peleador de artes marciales mixtas Conor McGregor, como se esperaba, escenificaron esta noche en el T-Mobile Arena de Las Vegas el mayor «fiasco» anticipado en la historia del deporte del boxeo.
El resultado fue un nocáut técnico en el décimo asalto de la pelea programada a 12, dentro de la categoría del peso mediano junior, sin que hubiese ningún título en juego ni nada deportivo que resaltar.
Con la excepción que el nocáut técnico fue e primero que consigue Mayweather junior, de 40 años, desde que logró, otro, de manera tramposa, al golpear al hispano Víctor Ortiz, cuando éste pensaba que la pelea estaba parada y le iba a dar el guante para iniciar las acciones, en el 2011.
Después de completar el antepenúltimo espectáculo de mal gusto con su salida al cuadrilátero, Mayweather junior, con la cara tapada, ambos peleadores se enfrentaron sin ningún tipo de rubor ante unos aficionados que fueron a ver una «farsa» de combate.
En la que todo estaba ya escrito y decidido, incluida la aprobación de la Comisición Atlética de Nevada, que permitió que uno de los mejores púgiles en la historia del boxeo se enfrentase a un peleador que iba a hacer su debut.
Pero los millones estuvieron por delante de cualquier otra consideración y Mayweather junior hizo buenos todos los pronósticos al vencer a un rival que no fue ni tan siquiera sparring de calidad sobre el cuadrilátero, pero que a cambio se llegó una bolsa asegurada de 30 millones de dólares.
Los dos protagonistas que de dedicaron a decir un sin fin de obscenidades, vulgaridades y promesas de «destruir» al rival durante varios meses, al final demostraron que ni tan siquiera tienen palabra de lo que prometen y expresan.
Hablaron mucho, prometieron todo, y al final como ya habían anticipado los verdaderos amantes del deporte del boxeo no ofrecieron más que un espectáculo «lamentable» desde el apartado deportivo.
Mayweather junior se dedicó a observar como McGregor, sin ningún tipo de velocidad, ni movimientos en sus manos, apenas sacó con cierta clase el directo de izquierda, y menos en los pies, siempre abiertos, y le permitió que hiciese su papel de ganarlos en la puntuación de los jueces, no por méritos de su rival, sino por que él no hizo nada.
A partir del cuarto fue cuando comenzó el entrenamiento con McGregor y el excampeón invicto comenzó a colocarle las manos que quería con las combinaciones al cuerpo y a la cabeza, como habia anticipado su padre Mayweather senior y ahí el peleador irlandés de artes marciales mixtas comenzó a pedir la hora y abrir la boca.
Todo estaba ya acabado, la historia de los otros asaltos no fue más que ver como Mayweather junior seguía con su exhibición, para colocar los golpes que quería con su mano derecha, mientras que su rival aguantaba para por al menos con su corazón justificar en parte los millones de dólares que tenía también ya asegurados.
De esta manera se llegó al noveno asalto, donde Mayweather junior castigó con más dureza a McGregor que apenas pudo acabarlo, pero al inicio del décimo el excampeón invicto se cansó de seguir con el entrenamiento y le colocó varias series de combinaciones al peleador irlandés de 29 años que ya apenas se mantenía en pie.
McGregor no respondía a ninguno de los golpes y el árbitro de la pelea Robert Byrd, que estuvo igual de mal que los peleadores, tenía que haber eliminado antes al luchador de las artes marciales mixtas, decidió que ya no tenía sentido que siguiese recibiendo un castigó que de verdad le pudiese afectar su integridad física.
De esta manera, Mayweather junior, de 40 años, mantuvo el invicto como profesional, al dejar su marca en 50-0, con 27 nocáuts, la mejor de todos los tiempos al superar a Rocky Marciano (49-0), con el que estaba empatado.
Muchos creyeron, que si ya era poco «ético» enfrentarse a un peleador de artes marciales mixtas que no había hecho un solo combate de boxeo, más lo sería si al final contaba la pelea para su marca.
Nada de eso le importó a Mayweather junior, ni el que a partir de ahora sea recordado como el púgil que estando en la cima y habiendo demostrado ser de los mejores de todos los tiempos, al final «traicionó» a la integridad del deporte del boxeo.
Además, el triunfo dejó a Mayweather junior con una bolsa asegurada de 100 millones de dólares, que puede incrementar, al igual que la de McGregor, en base a los ingresos que puedan darse por la venta de los derechos de televisión de pago.
De acuerdo a los organizadores se espera que puedan batir marcas después que fue televisado por 225 países a través de todo el mundo, aunque al principio tuvieron problemas con la trasmisión por lo que tuvo que retrasarse el comienzo de la mal llamada pelea de boxeo.
Pero para suerte del deporte del boxeo, Mayweather junior, volvió a declarar en público que la «farsa» de combate montado contra McGregor sería la último de su carrera profesional.
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