Keisuke Honda pregunta a 120 estudiantes de primaria en un evento en Chiba cuántos de ellos han soñado con jugar en la selección de Japón. Muchos levantan la mano.
A aquellos que responden afirmativamente, el fubolista de 31 años les aconseja que “no vayan a casa a jugar videojuegos. Tienen que entrenar”.
Honda les cuenta que él de niño también quería jugar un Mundial y que entonces “era malo para el fútbol”, pero que poco a poco fue mejorando.
“Ustedes pueden cambiar si no renuncian a su sueño 365 días al año», concluye.
Hasta ahí, un mensaje que busca ser inspirador e inculcar en los niños la importancia del esfuerzo y la constancia.
Sin embargo, el sitio SoraNews24 recoge opiniones de usuarios de redes sociales que recuerdan que Honda ha protagonizado comerciales de videojuegos. Por ejemplo, de Nintendo hace cuatro años. La coherencia no parece precisamente una de las virtudes del jugador. (International Press)
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