David Villafranca
«Si estamos todos aterrorizados por el futuro, ¿por qué seguimos caminando en esa dirección?», se pregunta Scarlett Johansson al presentar «Ghost in the Shell», un filme que proyecta un turbio mundo regido por la tecnología, los «hackers» y una sombría relación entre el hombre y la máquina.
«Creo que el entorno creado en ‘Ghost in the Shell’ es tan convincente que no parece que esté muy lejos de nuestro alcance. Nos da ideas para reflexionar», dijo Johansson (Nueva York, 1984) en una entrevista con Efe sobre la película que se estrenará el próximo viernes.
Entonces, ¿estamos preparados como sociedad para afrontar los desafíos que nos acechan? «Claramente no, si estamos todos aterrorizados. Buena suerte para todos nosotros», bromeó con tono ácido.
El desarrollo extremo de la inteligencia artificial, el derrumbe de la privacidad y la invasión tecnológica a todos los niveles son algunos de los dilemas que plantea «Ghost in the Shell», dirigida por Rupert Sanders («Snow White and the Huntsman», 2012) y en cuyo reparto Johansson aparece escoltada por Juliette Binoche, Michael Pitt, Pilou Asbaek y Takeshi Kitano.
Apartándose momentáneamente de las fantasías coloridas de la factoría Marvel que la tienen ocupada en los últimos años, Johansson se mostró sorprendida de que en la promoción de «Ghost in the Shell» todos los periodistas le cuestionen sobre lo inminente que parece el futuro que imagina este cinta distópica.
El proyecto de «Ghost in the Shell» «me pareció muy abrumador. La película es introspectiva pero también es violenta y fría», aseguró Johansson.
Hablar de «Ghost in the Shell» es hablar de palabras mayores del manga. Creada por Masamune Shirow, esta serie japonesa de cómic «cyberpunk» cautivó al público por sus debates filosóficos y fue la génesis de numerosos contenidos derivados, entre los que destacaron las dos aclamadas películas de animación de Mamoru Oshii: «Ghost in the Shell» (1995) y «Ghost in the Shell 2: Innocence» (2004).
Con constantes guiños más o menos ocultos a la primera de las cintas de Oshii, la nueva versión en carne y hueso de «Ghost in the Shell» presenta a Major (Johansson), una «cyborg» diseñada para servir en un cuerpo de élite policial.
Considerada como la primera de una nueva evolución de la fusión entre el ser humano y las máquinas, el mundo de Major se vendrá abajo al descubrir nuevos aspectos sobre la naturaleza de su identidad y su pasado.
«Tuve un montón de conversaciones con Rupert Sanders. Intenté averiguar cómo podía entrar en este personaje y crear algo que fuera más multidimensional», apuntó Johansson.
Frente a la atmósfera detenida, el misterio borroso y la reflexión en primer plano de las cintas animadas de «Ghost in the Shell», la versión estadounidense apuesta por un tono de acción y suspense más accesible para el gran público.
Esta cinta también se vio envuelta en cierta polémica por las críticas de un sector de los seguidores a la elección de Johansson para interpretar un rol con rasgos asiáticos.
Por su parte, la actriz investigó sobre la amnesia para tratar de entender los conflictos que abruman a Major.
Opinó que no tener recuerdos fiables sobre tu pasado lleva a una existencia «muy difícil y aislante», y adelantó que cuando Major «comienza a desconectar» de la realidad que le fue dada empieza a acercarse a quien es verdaderamente.
Encumbrada como estrella refulgente de Hollywood, Johansson fue musa del cine independiente («Lost in Translation», 2003) y actriz fetiche de Woody Allen («Match Point», 2005) antes de coronarse en el universo de Marvel con el papel de Black Widow.
No obstante, la intérprete afirmó que no echa de menos las películas más modestas y alejadas del gran foco de la industria: «Mucha gente asume que cuando haces una película que tiene un gran presupuesto, la experiencia artística es muy diferente».
«Resulta que, de hecho, no es así. La única diferencia es que el ‘cátering’ es mejor (…). No diría que la presión que sentía rodando ‘Under the Skin’ (2013) fuera menor que rodando ‘Ghost in the Shell’ o viceversa. Sea cual sea la cinta, te pones la presión sobre ti misma para dar una interpretación de la que te sientas orgullosa, que tenga sentido, un arco y una cohesión», argumentó.
Situada a la vanguardia de los artistas de Hollywood que han arremetido contra el presidente de EEUU, Donald Trump, Johansson intervino en la Marcha de las Mujeres celebrada en Washington en enero para denunciar las ideas machistas del mandatario.
«Es importante que recordemos como personas, como hombres y mujeres miembros de una sociedad, que nuestros derechos no son otorgados sino que son algo por lo que tenemos que luchar y que tenemos que continuar defendiendo», dijo.
¿Y qué le responde a aquellos que cargan contra Hollywood por ser presuntamente un grupo de gente privilegiada y alejada de los problemas de la gente común?
«Lo realmente emocionante de Hollywood ahora es lo diversas que son sus voces. Así que creo que ésa es una afirmación muy vacía. Están asumiendo que, sólo porque seas exitoso, no tienes relación con la realidad de la gente que vive a tu alrededor. Es asumir una idea bastante ignorante», remató. (EFE)
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«Frente a la atmósfera detenida, el misterio borroso y la reflexión en primer plano de las cintas animadas de “Ghost in the Shell”, la versión estadounidense apuesta por un tono de acción y suspense más accesible para el gran público.»
Esa es la clave de porque nunca las adaptaciones de Hollywood del cine japones llegan nunca al mismo nivel