Si existe una palabra para definir cómo ha recibido el gobierno de Japón el primer discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Congreso de su país esa es alivio.
Alivio porque Trump no ha atacado a Japón por su superávit comercial con EEUU o su supuesta manipulación de divisas, según Jiji Press.
Tratándose del actual ocupante de la Casa Blanca, un discurso sin ataques es un buen discurso. Al menos no genera preocupación.
«El presidente (Trump) hizo hincapié en su determinación de hacer grande a Estados Unidos. Un Estados Unidos fuerte y una alianza Japón-Estados Unidos más fuerte contribuyen de manera significativa a la paz y la prosperidad en la región de Asia-Pacífico y en el mundo entero», dijo el ministro portavoz Yoshihide Suga.
No solo hubo alivio en Japón tras la intervención de Trump, sino también esperanza por su referencia a una inversión en infraestructura de un billón de dólares.
El Ejecutivo nipón alberga la esperanza de que el desarrollo de la infraestructura en EEUU requiera de las tecnologías japonesas.
Durante la cumbre que sostuvo con Trump en Washington el mes pasado, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, destacó la disposición de su país de apoyar el posible desarrollo de un tren de alta velocidad y otros proyectos de infraestructura en el gigante norteamericano. (International Press)
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