El fabricante japonés de bebidas Kirin anunció hoy la venta de su subsidiaria en Brasil al grupo cervecero holandés Heineken por unos 77.000 millones de yenes (637 millones de euros/678 millones de dólares).
El grupo nipón considera que los riesgos asociados con la economía brasileña y la competitiva industria cervecera del país limitan la posibilidad de convertir a Brasil Kirin en un negocio rentable, explicó en un comunicado.
«Considerando los riesgos asociados con la economía brasileña y el estancamiento de los mercados de la cerveza y de los refrescos, así como la competencia en el sector, Kirin ha llegado a la conclusión de que hay limitaciones para convertir a Kirin Brasil en una empresa altamente rentable y sostenible a largo plazo»
La empresa nipona invirtió en 2011 unos 300.000 millones de yenes (2.613 millones de euros/2.938 millones de dólares) en la compra de la brasileña Schincariol, por ese entonces el segundo mayor fabricante de cerveza del país, a la que rebautizó como Kirin Brasil.
Esta subsidiaria cerró 2015 con unas pérdidas de 114.000 millones de yenes (1.004 millones de dólares), lo que obligó a Kirin a vender una de sus fábricas en el estado de Río de Janeiro a Anheuser-Busch InBev (ABI).
En septiembre de 2016, el grupo nipón comenzó negociaciones con socios potenciales con el objetivo de asociarse para revitalizar las operaciones de Kirin Brasil.
La idea era debatir entonces el grado de cooperación en producción, distribución compartida o abastecimiento de cara a reducir costes, después de que Kirin Brasil cayera a la tercera posición en el terreno cervecero del país.
Finalmente, Heineken -cuya subsidiaria Bavaria ya opera en Brasil- se ofreció a comprar la filial de la cervecera japonesa.
Brasil es el tercer mayor mercado en venta de cerveza del mundo, después de China y Estados Unidos. EFE
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