El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró hoy que la cooperación de defensa entre su Gobierno y el japonés se hará «cada vez más fuerte» y con el tiempo se volverá «impenetrable», gracias a una inversión económica «muy fuerte» por parte de Washington.
«Estamos comprometidos con la seguridad de Japón y de todas las áreas bajo su control administrativo», dijo Trump en una conferencia de prensa junto al primer ministro japonés, Shinzo Abe, en una aparente referencia a las islas Senkaku, administradas por Japón pero reclamadas por China.
«La alianza entre Estados Unidos y Japón es la piedra angular de la paz y estabilidad en el Pacífico. Es importante para nuestra alianza invertir fuertemente en reforzar las capacidades de Defensa. Bajo nuestro liderazgo más fuerte, con el tiempo seremos impenetrables», señaló Trump.
En ese sentido, apuntó que da a las provocaciones del régimen comunista de Corea del Norte, que ha realizado pruebas nucleares y de misiles pese a las sanciones internacionales, «una prioridad muy muy alta».
Estados Unidos mantiene una fuerte presencia militar en Japón (28.500 soldados, la mayoría en el pequeño archipiélago de Okinawa) desde el fin de la II Guerra Mundial.
Tokio acordó, tras su rendición, una Constitución pacifista y Estados Unidos se comprometió a proveer defensa al país en caso de conflicto, así como mantener el llamado «paraguas nuclear» con carácter disuasorio.
Trump agradeció a Japón que sea el hogar de las bases estadounidenses, símbolo de una relación de defensa que, en su opinión, ha traído prosperidad y «ha mejorado un número incontable de vidas».
Abe, por su parte, reveló que ambos mandatarios están de acuerdo en transferir una base aérea en una zona altamente poblada de la isla de Okinawa a otro lugar con menor impacto en la población en la bahía de Henoko.
Ambos mandatarios reiteraron su compromiso a defender el derecho a la libre navegación en las aguas del Mar de China Oriental o Meridional en disputa, algo que ha elevado las tensiones de Japón, Filipinas, Vietnam o Malasia con China, que ha ampliado patrullas o instalaciones con un posible uso militar en esas zonas.
Por su parte, Abe aseguró que ha acordado con Trump una posición común para que «Corea del Norte abandone el programa de misiles balísticos y para que no haga más provocaciones».
Del mismo modo, ambos mandatarios confirmaron, según Abe, «que se protegerán ante cualquier tipo del uso de la fuerza, así como ante cualquier declaración para cambiar en el estatus quo», en clara referencia a las islas Senkaku, situadas en el Mar de China Oriental y reclamadas por China. EFE
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