El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha quejado de que las prácticas comerciales de Japón no son justas y, en particular, criticó que el país asiático haga “imposible” la venta de coches estadounidenses en su territorio.
Altos funcionarios y líderes empresariales japoneses no han tardado en responderle. Algunos con sutileza, otros no tanto.
En declaraciones reogidas por Asahi Shimbun, el ministro de Comercio, Hiroshige Seko, aclaró que Japón no impone aranceles a los coches de Estados Unidos.
Japón eliminó el arancel de 6,4 % sobre las importaciones de automóviles en 1978. Sin embargo, Estados Unidos mantiene un arancel de 2,5 % sobre las importaciones de vehículos japoneses.
Por su parte, el ministro portavoz Yoshihide Suga declaró que las críticas de Trump “se basan en una interpretación errónea de los hechos”.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, busca reunirse con el mandatario de EEUU a principios de febrero. Hay mucho por aclarar.
Trump ignora la situación actual de las relaciones comerciales entre Japón y su país, dijeron algunos.
Un ejecutivo japonés de automóviles no se anduvo con medias tintas. «Es demasiado simplista. No sabe nada de comercio internacional o el sector manufacturero», declaró.
Asahi hizo un poco historia:
Hace unos 30 años, en EEUU hubo amenazas de aranceles más altos a los automóviles japoneses de lujo, así como otras restricciones comerciales.
Esto llevó a los fabricantes de automóviles japoneses a construir fábricas en Estados Unidos.
Desde entonces las cosas han cambiado mucho.
Las cifras hablan claramente: en 1986, Japón exportó 3,43 millones de automóviles a Estados Unidos; en 2015, 1,6 millones.
En 1985, los fabricantes japoneses producían menos de 300.000 coches en Estados Unidos; en 2015, 3,84 millones.
Además, las compañías automovilísticas japonesas dan empleo a alrededor de 1,5 millones de personas en EEUU.
Por otro lado, los vehículos estadounidenses representan solo el 0,3 % del mercado japonés, mientras que los coches japoneses representan cerca del 40 % del mercado de EEUU.
Un ejecutivo del sector automotor explicó que Trump debe reflexionar sobre el hecho de que los fabricantes de automóviles estadounidenses simplemente no están centrados en el mercado japonés. Por ejemplo, Ford anunció el año pasado que se retiraba del mercado japonés. (International Press)
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