Estados Unidos devolvió el jueves a Japón el control de 4.000 hectáreas ocupadas hasta ahora por sus bases militares en la isla de Okinawa (sur), una entrega que se hizo efectiva en una ceremonia con la presencia de autoridades de los dos países.
Al acto, que se celebró en Nago (Okinawa), asistieron el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, y la embajadora de EEUU en Japón, Caroline Kennedy, aunque se ausentaron las autoridades regionales, muy críticas con la presencia estadounidense en la isla.
Se trata de la mayor devolución de terreno por parte de EEUU desde que Japón recuperó en 1972 la administración de Okinawa, escenario de una batalla en la que murieron 240.000 personas en la Segunda Guerra Mundial y controlada por Washington desde entonces.
Esta parcela, que suponía el 17 por ciento del territorio administrado por el Ejército de Estados Unidos en la isla, era utilizada para entrenamientos enfocados al combate en zonas de jungla.
«La disminución del área de entrenamiento en Okinawa no deteriorará nuestro compromiso para trabajar conjuntamente con Gobierno de Japón (…) en la defensa mutua de este país», afirmó el teniente estadounidense Lawrence D. Nicholson en un comunicado.
Nicholson destacó que la capacidad de actuar en el Pacífico seguirá siendo «consistente», aunque reconoció que EEUU tiene intención de realizar más devoluciones de terreno a Japón en el futuro.
«Planeamos (…) otras devoluciones en los próximos años, porque respetamos el deseo de los okinawenses de que nuestra presencia se reduzca», añadió.
La población de la isla y los políticos locales se han mostrado contrarios a la presencia de bases estadounidenses en la isla, un rechazo que se intensifica periódicamente debido a diversos incidentes.
El último, el pasado 13 de diciembre, fue el accidente de uno de los polémicos aviones estadounidenses Osprey MV-22, un modelo capaz de despegar y aterrizar en vertical como un helicóptero y que las autoridades niponas autorizaron en su territorio en 2012.
El gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, se ausentó de la ceremonia de entrega, prueba de la tensa relación que existe entre el gobierno regional y el Gobierno nipón en cuanto a la presencia estadounidense en la isla.
La prefectura de Okinawa alberga a más de la mitad de los cerca de 48.000 efectivos que EEUU mantiene en Japón, así como al 70 por ciento de las instalaciones militares estadounidenses en el país asiático. (EFE)
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