El 25 de noviembre pasado, el cantante ASKA llamó a la policía para decir que alguien lo estaba espiando y que investigara el caso.
La policía llegó a su casa y el cantante fue detenido después de que una muestra de orina que entregó diera positivo por consumo de drogas.
La fiscalía de Tokio desestimó los cargos de uso ilegal de drogas contra ASKA debido que no se ha podido probar que el líquido de la muestra fuera su orina, informó la NHK.
El artista, que siempre defendió su inocencia, fue puesto en libertad el lunes.
ASKA dijo que desde que fue arrestado en 2014 por drogas, y condenado a tres años de prisión suspendida durante cuatro, no ha vuelto a consumirlas. (International Press)
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