El nordeste de Japón registró hoy un fuerte temblor de 6,1 grados en la escala de Ricther que no activó alerta de tsunami y que supone la réplica más fuerte hasta la fecha del terremoto de 7,4 que golpeó la zona el martes y recordó la tragedia de 2011 provocando olas de más de un metro.
El temblor de hoy ocurrió a las 06.23 hora local (22.23 GMT del miércoles) y su hipocentro fue «poco profundo», según la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
El epicentro, en el mar, se situó muy cerca de donde el martes se registró el terremoto de 7,4 grados de magnitud, a unos 50 kilómetros de la localidad costera de Iwaki, en la prefectura de Fukushima.
El temblor de hoy alcanzó en varios municipios de esta prefectura el nivel 4 en la escala japonesa cerrada de 7, que se centra más en las zonas afectadas que en la intensidad del temblor.
Ni las autoridades ni la JMA informaron de daños o heridos de gravedad.
Las cercanas centrales nucleares de Fukushima Daichi, escenario del peor accidente nuclear en años tras ser golpeada por el terremoto y tsunami que arrasó esta misma región en 2011, y Fukushima Daini no sufrieron problemas de ningún tipo.
La segunda de las plantas registró con el temblor del pasado martes un fallo momentáneo en uno de sus sistemas de refrigeración que fue finalmente solucionado en menos de dos horas.
El seísmo del martes provocó una subida del mar de hasta 1,40 metros, el nivel más alto que ha visto el país desde el devastador tsunami de 2011 que dejó más de 18.000 muertos y desaparecidos y provocó en la central de Fukushima el peor desastre nuclear desde el de Chernóbil.
Durante las seis horas que se activó la alerta de tsunami, once ciudades fueron evacuadas, la mayoría en la prefectura de Fukushima, donde se situó el epicentro del temblor, y más de 13.000 personas dejaron temporalmente sus hogares y se cobijaron en refugios con el recuerdo de la tragedia de 2011 muy presente.
Japón se asienta sobre el llamado anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que las infraestructuras están diseñadas para aguantar los temblores. (EFE)
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