El 26 de octubre, en la prefectura de Aichi, Keita Noritake, un niño de 9 años, murió tras ser atropellado por un camión conducido por un hombre que se distrajo jugando Pokémon Go.
Keita habría cumplido diez años el lunes. Su familia lo recordó comiendo en un restaurante y luego en casa con un pastel de chocolate adornado con 10 velas.
Takatoshi Noritake, su padre, tiene previsto reunirse con el gobernador de Aichi, Hideaki Omura, y enviar una carta a Niantic, la compañía desarrolladora del juego, para que tragedias como la que enlutó su hogar no se repitan.
Noritake exige que Niantic modifique el juego para que los pokémones no aparezcan en las carreteras, y así los conductores no se sientan tentados a cazarlos, informó Yomiuri Shimbun.
La compañía ya ha actuado en respuesta al accidente, inhabilitando el juego cuando el usuario se mueve a excesiva velocidad (por ejemplo, si está en un coche).
Para Noritake hace falta más: «Alertar a la gente y confiar en su moral no es suficiente protección». Niantic «tiene que tomar medidas adicionales para asegurarse de que no haya más víctimas como Keita».
«¿Cómo podemos aceptar una situación en la que los niños obedecen las reglas (de tráfico), pero los adultos las ignoran?», cuestiona el padre en su carta. (International Press)
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Tristísimo.