“Es un destino de inversiones muy atractivo”, afirma primer ministro de Japón
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, concluyó hoy una visita oficial de dos días a Cuba en la que abanderó con su presencia el desembarco de empresas niponas en la isla, que despierta un renovado interés en la potencia oriental tras el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos.
La presencia de Abe en Cuba ha supuesto la primera visita al país caribeño de un gobernante japonés, a pesar de que la relación histórica entre ambos países se remonta a 400 años atrás, cuando en 1614 el samurái Hasekura Tsunenaga recaló dos días en La Habana de camino a Europa.
Pero lejos de aquel aventurero viaje, la de Abe ha sido una visita de marcado carácter práctico: ha buscado reforzar la cooperación al desarrollo, los vínculos educativos y sobre todo facilitar la llegada de empresas japonesas en plena etapa de actualización del modelo social y económico cubano.
«Vamos a contribuir entre los sectores público y privado al desarrollo de Cuba», indicó hoy Abe en una conferencia de prensa en La Habana, donde subrayó que las empresas de su país quieren ser «socios de confianza» para el desarrollo de la isla.
A medida que se desarrolle un clima favorable para las inversiones, Japón quiere avanzar «mano a mano» con el Gobierno cubano «para promover nuevas inversiones de empresas japonesas».
«En Cuba hay una demanda colosal de infraestructura, transporte, energía (…). El nivel educativo es muy alto, tiene recursos humanos de calidad y hay seguridad civil. Un país con estas características es un destino de inversiones muy atractivo», aseveró el primer ministro.
Abe recabó el respaldo de los hermanos Castro frente a la realización de pruebas nucleares por parte de Corea del Norte.
Su aterrizaje en Cuba estuvo precedido, esta misma semana, por la firma de un acuerdo de reestructuración de la deuda de La Habana con Tokio, en el marco del convenio multilateral entre la isla y sus países acreedores del Club de París.
Esa medida, según dijo este viernes Abe, abre un nuevo escenario en la relación económica bilateral.
En ese marco, confió en que las inversiones y el comercio con empresas japonesas se incrementarán también «a medida que se alivia el bloqueo (impuesto por Estados Unidos), y también propiciados por «los esfuerzos de Cuba por crear un clima favorable para inversiones».
«Quiero que esta visita sea motivo para lograr un desarrollo vigoroso de las relaciones. Mientras Cuba avanza en la actualización de su economía y sociedad y mejora las relaciones con EE.UU., todo el mundo está prestando una gran atención», sostuvo el primer ministro nipón.
Durante su visita, el gobernante se reunió con el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y con el presidente Raúl Castro, con quienes abordó el refuerzo de la cooperación al desarrollo y diferentes iniciativas de colaboración en ámbitos como el alimentario, la infraestructura, la educación y el deporte.
Entre los acuerdos alcanzados en esta visita destacan la decisión de abrir una oficina permanente en Cuba de la agencia japonesa de cooperación internacional (JICA), la dotación a la isla de alta tecnología japonesa para el ámbito médico y un acuerdo entre universidades para intercambio de estudiantes y profesores.
Japón también confía, a raíz de esta visita, en un incremento en el número de turistas japoneses que visitan la isla caribeña, que en 2015 recibió a 10.000 visitantes de ese país oriental, una cifra que se duplicará en 2016, según el jefe de Gobierno nipón.
«Mi visita llamará la atención del pueblo japonés y estoy convencido de que habrá un aumento de visitantes», resaltó.
Recién llegado de la Asamblea General de Naciones Unidas celebrada esta semana en Nueva York, Shinzo Abe llevó consigo a Cuba temas de máxima prioridad en la agenda internacional de su país.
Así, recabó el respaldo de los hermanos Castro frente a la realización de pruebas nucleares y el lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte.
La comunidad internacional «debe unirse para plantar cara con firmeza» a las provocaciones «expresas» de Corea del Norte consideró el mandatario, quien defendió la urgente necesidad de reformar la ONU -y en especial su Consejo de Seguridad- para adaptar el organismo a los retos actuales en el mundo.
Los riesgos de las armas nucleares centraron el encuentro que el primer ministro nipón mantuvo el jueves con Fidel Castro, con quien habló asimismo de asuntos de actualidad como la alimentación mundial o el cambio climático, indicaron fuentes diplomáticas japonesas.
También puso sobre la mesa ese tema en su reunión oficial con Raúl Castro, a quien pidió apoyo apelando a la buena relación de Cuba con Corea del Norte y a su influencia en el Movimiento de los Países no Alineados (MNOAL), según las mismas fuentes.
Además, Abe pidió la «comprensión y apoyo» de Cuba en la resolución de los secuestros de ciudadanos japoneses -unas doce personas- por parte del régimen de Pyongyang. EFE
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