La mayoría de sus compatriotas lo critica por su infantil acción
La campeona de ping-pong china Wang Nan tiene un esposo empresario que decidió dejar abierto el caño de un hotel en Japón, para que el agua se desperdiciara, como un gesto de venganza por la invasión de China por parte de Japón hace 85 años.
«Fue muy satisfactorio dejar el agua corriendo en un hotel japonés. Cuando fui a Japón, no usé ningún producto japonés, incluyendo los aparatos electrónicos», dijo el hombre en el popular sitio Weibo el 18 de septiembre, revela Asahi Shimbun.
Wang, campeona olímpica, apoyó públicamente la acción de su esposo y dijo que nunca olvidarán el 18 de septiembre, una fecha que tiene un significado especial para muchos chinos debido a un incidente ocurrido en 1931 que condujo a la invasión de Manchuria por parte de Japón.
Si la deportista y su esposo creyeron que sus compatriotas apoyarían la pueril acción, se equivocaron. El 48 % expresó su desacuerdo, mientras que el 39 % lo respaldó, según una encuesta en línea.
«Recordar la historia no tiene nada que ver con el agua del grifo. Él solo fue despilfarrador», comentó una persona.
«Algo está mal con él», escribió otra.
Su conducta también ha sido tachada de «infantil».
Más duro fue el diario Beijing Youth Daily: «Es verdaderamente una desgracia nacional que muchas personas, después de 85 años, solo puedan expresar su patriotismo a través de métodos infantiles y mezquinos». (International Press)
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