Emperador de Japón comenzó a consultar hace cinco o seis años
El emperador Akihito de Japón quiso expresar su deseo de abdicar el pasado mes de diciembre, coincidiendo con la celebración de su 82 cumpleaños, revelaron hoy fuentes de la Agencia de la Casa Imperial nipona.
El anuncio no se realizó entonces porque no pudieron hacerse los preparativos necesarios a tiempo, según las informaciones recogidas por la agencia japonesa Kyodo.
Akihito comenzó a consultar hace cinco o seis años cómo proceder cuando se encontrara incapaz de desempeñar sus funciones, explicó la misma fuente.
Finalmente, el emperador de Japón se dirigió al pueblo nipón el lunes en un mensaje televisado en el que afirmó que debido a su avanzada edad y su estado de salud padece «muchas limitaciones» y le será difícil «seguir asumiendo responsabilidades importantes».
«Después de dos operaciones quirúrgicas y por mi edad avanzada, he empezado a sentir un declive en mi estado físico», reconoció el emperador, quien añadió que, a su juicio, «no es posible continuar reduciendo perpetuamente» las tareas que desempeña.
Debido a sus problemas de salud, durante los últimos años Akihito ya ha delegado en su primogénito, el Príncipe Heredero Naruhito, algunas de las obligaciones de su agenda.
Durante su intervención de diez minutos, el monarca evitó referirse directamente a su abdicación o a cuándo tendrá lugar, puesto que esa mención podría haberse considerado una vulneración de las limitadas funciones que le asigna la Carta Magna nipona.
La Agencia de la Casa Imperial trabajará en la renuncia del monarca junto con el Gabinete japonés, que habrá de llevar a cabo los cambios legislativos necesarios para su consecución.
Esto se debe a que la actual normativa que rige a la Casa Imperial nipona no contempla la sucesión en vida, por lo que será necesario una revisión de la ley o poner en marcha alguna legislación especial para lograr la abdicación.
Durante la rueda de prensa celebrada con motivo de su 82 cumpleaños, el 23 de diciembre de 2015, Akihito reconoció que sentía «con más frecuencia que antes» que envejece.
El emperador de Japón se sometió a una operación coronaria de «bypass» en 2012 y en 2003 fue operado de cáncer de próstata. El tratamiento hormonal que se le recetó entonces le causó una osteoporosis y, además, en 2008 sufrió una hemorragia estomacal. (EFE)
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