Sin embargo, el Gobierno aún tiene problemas para transmitir confianza a los hogares
El producto interior bruto (PIB) de Japón creció entre enero y marzo un 0,4 por ciento con respecto al trimestre octubre-diciembre, informó hoy el Gobierno.
El dato mejora la contracción del 0,4 por ciento que el archipiélago mostró el último cuarto de 2015 aunque subraya la debilidad de la recuperación.
La tercera economía mundial registró, además, en enero-marzo una tasa anualizada de crecimiento del 1,7 por ciento, según datos publicados hoy por la Oficina del Gabinete.
Aunque los datos de crecimiento están por encima de las previsiones de muchos analistas, algunos de los cuales apuntaron incluso que Japón volvería a entrar en recesión técnica, no le sirven de momento al Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, para refrendar una recuperación sólida.
El consumo, principal componente de la economía japonesa, creció apenas un 0,5 por ciento en los tres primeros meses del año con respecto al trimestre anterior.
La cifra evidencia los problemas que el programa económico del Gobierno, conocido como «Abenomics», sigue teniendo para transmitir a los hogares nipones la confianza que en su momento sí han mostrado los mercados de renta variable en Japón.
Por su parte, el dato de la inversión de capital corporativo, que mostró una contracción intertrimestral del 1,4 por ciento, certifica las dudas que han sembrado en el sector privado la crisis de los precios del petróleo y la ralentización de las economías emergentes, además del fortalecimiento del yen.
Las exportaciones, otro pilar importante para la tercera economía mundial, avanzaron apenas un 0,6 por ciento en relación con el último tramo del año anterior.
La inversión pública siguió creciendo en Japón los primeros tres meses del año con un avance del 0,3 por ciento intertrimestral.
Los datos de crecimiento del PIB siembran, además, dudas sobre los próximos movimientos del Gobierno, que se enfrenta en julio a unos comicios para renovar parte del Senado y en materia de política fiscal debe aún aclarar si apostará por ejecutar o no una subida del IVA en abril de 2017.
Los organismos internacionales instan desde hace tiempo a Tokio a que sanee su fiscalidad aplicando subidas del gravamen, que a su vez se teme que puedan ahogar por completo la demanda. (EFE)
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