Más de 100 supervivientes de terremotos permanecen en prisión en Kumamoto
La prisión de Kumamoto, ciudad donde tuvieron su epicentro los dos potentes terremotos que sacudieron la semana pasada el suroeste de Japón, ha abierto sus puertas para dar cobijo a los evacuados.
Unas 110 personas permanecen alojadas desde el lunes en la prisión japonesa, y lo harán «todo el tiempo que sea necesario, hasta que los evacuados tengan otro lugar en el que estar», confirmó a Efe un portavoz del Ministerio japonés de Justicia.
Se trata de la primera vez que una cárcel ejerce de refugio en Japón desde que el Ejecutivo diera el visto bueno a esta medida.
El Ministerio autorizó el uso de instalaciones penitenciarias como centros de evacuación a raíz del terremoto y el tsunami de marzo de 2011 que arrasó el nordeste del país, que causó más de 18.000 muertos y desaparecidos, y provocó en la central nuclear de Fukushima la peor crisis atómica desde la de Chernóbil en 1986.
Otras seis prisiones de prefecturas vecinas, como la de la localidad de Fukuoka (situada en la misma isla de Kyushu) y la de Hiroshima (en la isla principal de Honshu), están ayudando con los alimentos de emergencia, y han enviado unas 35.000 raciones de comida desde el sábado.
Más de 100.000 personas continúan evacuadas en las prefecturas de Kumamoto y Oita tras los seísmos, que hasta el momento han ocasionado 48 fallecidos y más de mil heridos, según los últimos datos recogidos por la cadena pública NHK.
Además de las muertes directamente relacionadas con el terremoto, once personas han perdido la vida después de que sus enfermedades se agravasen durante la crisis o por fatiga.
Las autoridades sanitarias permanecen inquietas por la aparición de casos del denominado «síndrome de la clase turista» o «trombosis del viajero», que implica una mayor propensión a sufrir trombosis derivada de una posición fija, y que se ha cobrado la vida de al menos una mujer.
El primero de los dos terremotos más potentes, de 6,5 grados en la escala abierta de Richter, golpeó la zona la noche del jueves, mientras que otro de 7,3 tuvo lugar en la madrugada del sábado, provocando el derrumbe de construcciones y corrimientos de tierra.
Hasta el momento, se han producido más de 700 réplicas desde el primer temblor, según datos de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), que alertó que la actividad sísmica continuará en el sudoeste del archipiélago. (EFE)
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