La policía japonesa no encuentra hasta ahora pruebas para descubrir al culpable de la muerte de las hermanas Maruyama.
Luego de 73 días en Japón, María Aparecida Amarilha Scardin (50) regresó a Brasil con las cenizas de sus dos hijas, Akemi y Michelle Maruyama, que murieron en Aichi el pasado 29 de diciembre ahorcadas y quemadas en un hecho que hasta ahora no ha podido ser resuelto por la policía local.
“Nunca imaginé que mis hijas iban a regresar a Brasil dentro de una maleta. Es muy doloroso”, declaró María Aparecida al diario Campo Grande News al arribar ayer a su país.
Las autoridades japonesas no han realizado ninguna acusación porque no han podido encontrar pruebas para incriminar al marido peruano de Akemi, quien está detenido por otros delitos, entre ellos violación de la ley de tránsito, por manejar sin licencia de conducir, y por invasión de morada.
SIN CUSTODIA DE LAS NIETAS
La madre de las hermanas se mostró también triste por no haber conseguido la custodia de sus nietas de 5 y 7 años de edad, hijas de Akemi. Las pequeñas de encuentran en un albergue bajo protección del Gobierno japonés.
María Aparecida dijo que realizará un nuevo velorio en su ciudad, en Campo Grande, y contruirá un mausoleo en el cementerio Cruzeiro donde hace unos años ya sepultó a un hijo. (International Press)
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