Gobernador de la prefectura japonesa declara que su corazón se “congeló”
Okinawa vivió una mañana de angustia el domingo cuando un misil balístico de Corea del Norte sobrevoló su territorio.
Alrededor de las 9:30 a. m., los miembros de las Fuerzas de Autodefensa estacionados en la oficina del gobierno de Okinawa, en Naha, se dirigieron al departamento de prevención de desastres y manejo de crisis para avisar a los funcionarios de que el radar había detectado el lanzamiento.
De inmediato se activó el sistema de alerta rápida a nivel nacional, J-Alert, transmitiéndose información como “el rumbo (del misil) es el esperado” y “ha pasado por la isla de Tarama”, reveló Mainichi Shimbun.
El sistema J-Alert funcionó correctamente y la información transmitida fue recibida por los 41 municipios de Okinawa. Sobre la prefectura no cayeron fragmentos del misil ni se reportó ningún tipo de daño.
El gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, declaró que debido a su obligación de proteger la vida y los bienes de sus ciudadanos, el lanzamiento del misil provocó que su corazón se “congelara”.
Algo similar experimentaron en la ciudad de Ishigaki, donde el sistema de misiles Patriot PAC-3 se desplegó en preparación para interceptar el misil norcoreano.
13 personas, entre ellas el alcalde Yoshitaka Nakayama, estuvieron en la oficina municipal desde las 6:45 a. m., preparándose para lo que ocurriría después. Cuando sonó el sistema de alerta, avisaron a los residentes del lanzamiento.
Un funcionario encargado de la seguridad del pueblo de Yonaguni dijo que se sintió aliviado de que el misil no causara daños. «Es mentalmente agotador saber que podría ocurrir de nuevo”, declaró a Mainichi.
Una residente, Kazuko Futenma, estaba en su centro de trabajo, una cooperativa pesquera, cuando se enteró del lanzamiento. Se apresuró a cerrar las puertas de la oficina y se ocultó, preocupada por la posibilidad de que el misil cayera sobre Okinawa.
Después de cierto tiempo se animó a salir de su escondite y descubrió con alivio que todo seguía como siempre. «Estoy muy contenta de que el misil no cayera aquí». (International Press)
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