Caso de Vayron Nakada desconcierta a la policía japonesa

Investigadores esperan que se recupere para interrogarlo

El caso del peruano Vayron Nakada Ludeña, implicado en el asesinato de seis personas en Saitama, desconcierta a la policía japonesa, que investiga qué motivó al hombre a cometer los crímenes, según Mainichi Shimbun.


La policía está inspeccionando los sitios donde se cometieron los asesinatos para rastrear los movimientos de Nakada.

El peruano permanece en estado de coma.

La primera vez que la policía supo de Nakada fue el 13 de septiembre (antes de los asesinatos), después de que este fue visto en el jardín de una residencia privada en Kumagaya exigiendo dinero. «Dinero, dinero», decía en japonés.


El hombre fue llevado a la estación de policía de Kumagaya.

Nakada fue interrogado por la policía, pero huyó cuando lo perdieron de vista. En el puesto policial dejó su billetera, que contenía 3.417 yenes (28 dólares) en efectivo, un pasaporte y otros artículos.

Alrededor de dos horas más tarde, un hombre que se cree era Nakada fue visto pidiendo dinero a un transeúnte en una calle cercana.


Aparentemente el peruano estaba corto de dinero. Sin embargo, no se han encontrado evidencia de robos en las tres casas donde se produjeron los seis asesinatos.

«Es difícil suponer que el allanamiento de morada y los asesinatos fueron para robar dinero», dijo un policía a Mainichi.


El 14 de septiembre se produjeron los primeros crímenes. Las víctimas fueron una pareja de esposos. Tras asesinarlos, como apuntan las evidencias, Nakada se fue de sitio en sitio moviéndose en un radio de apenas dos kilómetros. Lo que llama la atención de los investigadores es que el hombre no huyó de la ciudad, lo que habría sido lo lógico en una persona que intenta huir tras cometer un delito.

Asimismo, ha llamado la atención de la policía que las seis víctimas fueron encontradas cubiertas u ocultas.

En una pared de la casa de la pareja asesinada se encontraron caracteres escritos con sangre, que habría escrito Nakada, como si quisiera jactarse de los crímenes, según Mainichi. Ello, sumado al hecho de que se hallaron muchas huellas de calzado, indica que el hombre no tenía intención de encubrir los delitos.

La policía también ha tomado nota de que Nakada se cortó las muñecas antes de lanzarse del segundo piso de la casa de Miwako Kato y sus dos hijas menores asesinadas, y de que renunció a su último trabajo porque alguien que vestía un traje lo estaba persiguiendo, datos que apuntan a que el hombre tenía problemas mentales.

La policía espera que Nakada recupere la conciencia para interrogarlo. (International Press)

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