Piden a padres que no permitan que sus hijos salgan en las noches
Los asesinatos de Natsumi Hirata (13) y Ryoto Hoshino (12) en Osaka, acaecidos en agosto, han puesto de relieve los peligros a los que están expuestos los niños en Japón.
En vez de creer que sus hijos están seguros ya que pueden ser contactados a través de sus teléfonos celulares, los padres deben advertirles a sus hijos de que no salgan o se queden hasta tarde en la noche, según especialistas que consultó Yomiuri Shimbun.
Antes de que desaparecieran, Natsumi y Ryoto pasaron toda la noche y la madrugada del día siguiente en la calle.
Hay padres en Japón que tienen dificultades para impedir que sus hijos pasen la noche en la calle. Una organización sin fines de lucro que lidia con la delincuencia juvenil recibe cerca de 300 consultas al año de papás que no saben cómo hacer frente a este problema. De ellos, el 90 % son padres de estudiantes de secundaria.
Sumire Haruno, subdirectora de dicha institución explica que «en muchos casos, los niños que salen en la noche sienten que no tienen lugar en la familia, la escuela y la comunidad».
Algo muy importante: si los niños se sienten amados por sus padres, es más probable que vuelvan a casa rápidamente, dice la especialista.
¿Qué hacer? Haruno aconseja a los padres que hablen con sus hijos para transmitirles su preocupación por el hecho de que pasen la noche en la calle. No se trata solo de amonestarlos, sino también de decirles cosas como: «Por favor, ven a casa porque me preocupo por ti» o «Yo confío en ti».
Por su parte, Fumie Harada, una trabajadora social de Tokio, advierte de que para los niños de hoy es normal salir de noche. Otra cosa preocupante que subraya: los chicos que permanecen hasta tarde en la calle son cada vez menores (incluso estudiantes de primaria).
Harada también hace hincapié en el aumento de hogares monoparentales, donde los padres trabajan hasta muy tarde y, por ende, podrían ser menos estrictos en el control de sus hijos.
Muchos gobiernos locales han establecido regulaciones para que los padres no permitan que sus hijos menores de 18 años salgan de casa después de las 11 p. m. y les prohíban entrar en instalaciones nocturnas tales como centros de juego.
Para el profesor de la Universidad de Meiji, Yoshihiko Morotomi, no es aceptable que los estudiantes de secundaria salgan después de las 9 de la noche sin la compañía de un adulto. Aconseja que en casos en que el chico retorne tarde a casa por actividades escolares u otras causas, sus padres lo recojan para que no regrese solo.
Otro punto relevante a considerar y que se mencionó al comienzo del artículo: hay padres que son permisivos con las salidas nocturnas de sus hijos porque estos tienen teléfonos celulares. Los papás, como saben que pueden localizar a sus niños en cualquier momento llamándolos, se sienten más seguros.
Sin embargo, el exceso de confianza puede ser un error.
«Aunque sus hijos lleven smartphones, eso no significa que usted esté con ellos. No ponga demasiada fe en los teléfonos presumiendo que (por tenerlos) sus hijos estarán a salvo», advierte Mieko Miyata, directora de una organización de educación infantil.
La experta apela al espíritu de comunidad para proteger a los chicos: «Si encuentra a niños solos en la noche, por favor pregúnteles: ‘¿Qué estás haciendo?’. Si esto es difícil, también es buena idea contactar a la policía y otras autoridades».
Finalmente, Yomiuri da una serie de consejos a los padres con niños que callejean hasta tarde.
Qué hay que decirle al niño con regularidad:
- Es posible que puedas ser víctima de delincuentes.
- Evita lugares desiertos o puntos ciegos al volver a casa.
- Mantente alerta y chequea si estás siendo observado por alguien, aunque no estés solo.
- Evita estar solo y trata de mantenerte con tus amigos.
- Si alguien en un carro te pide direcciones, no te acerque demasiado, porque corres el riesgo de ser secuestrado.
- Informa a tus padres a dónde vas y cuándo esperas estar en casa. Si la situación cambia, informa inmediatamente a tus papás.
Cómo tratar al hijo que sale de noche sin permiso o no obedece los tiempos acordados:
- Hable con él cara a cara. Haga que le informe a dónde fue y cuándo, por qué, y su relación con las personas con las que estuvo. No lo regañe sin darle la oportunidad de explicarse.
- Señale los peligros relacionados con el sitio donde estuvo y a las horas en que estuvo.
- Dígale que vuelva a casa temprano la próxima vez.
(International Press)