Inmigrantes sufrieron vejaciones durante la II Guerra Mundial
Una organización no gubernamental brasileña prevé exigir al gobierno de Brasil que se disculpe por la opresión que sufrieron los inmigrantes japoneses durante y después de la II Guerra Mundial, informó Jiji Press.
La demanda, la primera de este tipo en Brasil, será presentada en octubre.
La iniciativa es impulsada por el brasileño nieto de japoneses, Mario Okuhara, director de la película «Yami no Ichinichi», ambientada en esos convulsos tiempos.
Tras finalizar la guerra, los inmigrantes japoneses en Brasil se dividieron en dos grupos: los que creían que Japón había ganado la guerra (kachi-gumi) y los que reconocían la derrota de su país (make-gumi). Ambos bandos lucharon literalmente a muerte, provocando una serie de asesinatos por parte de los primeros.
La comunidad japonesa no estaba adecuadamente informada, pues el gobierno había prohibido la publicación de periódicos en idioma japonés y escuchar emisiones de radio en lengua japonesa. Como si eso no fuera suficiente, también estaba prohibido que los japoneses hablaran en su lengua o cantaran su himno nacional en lugares públicos.
Además, Japón y Brasil habían roto relaciones diplomáticas.
Para los kachi-gumi –según Jiji Press–, la campaña de sus opositores, que pedían aceptar la derrota del país, generaba una atmósfera nociva para el espíritu japonés, que ridiculizaba su bandera y a la familia imperial, y despertaba un sentimiento de vergüenza de ser japonés.
Durante la guerra, el gobierno militar del presidente Getulio Vargas se alió con Estados Unidos e implantó medidas contra los inmigrantes japoneses, como vetar sus reuniones.
El gobierno de Vargas detuvo a miles de kachi-gumi, a quienes consideraba como fanáticos nacionalistas, y los forzó a pisar imágenes del emperador Hirohito y a admitir –mediante el uso de la violencia– la derrota de Japón.
En 2012, el gobierno brasileño formó un panel de independientes para investigar las violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar. Un miembro del grupo reconoció en una audiencia pública en 2013 la opresión de la que fueron víctimas los japoneses, pero el gobierno de Brasil aún no ha emitido una posición oficial sobre el asunto.
Para Okuhara es un deber de los nikkei brasileños que el gobierno de Brasil se disculpe. (International Press)
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