Takeshi Onaga será un quebradero de cabeza para el gobierno de Shinzo Abe
El político conservador japonés Takeshi Onaga, que se opone al plan de reubicación de una base militar estadounidense, ganó de manera arrolladora las elecciones a gobernador de la prefectura de Okinawa (sur), según las primeras estimaciones de los medios nipones.
El candidato, de 64 años y exalcalde de Naha, la capital de la prefectura, se impuso al hasta ahora gobernador Hirokazu Nakaima, que ostenta el cargo desde 2006.
La campaña de estas elecciones de la sureña provincia nipona se planteó como un referéndum sobre la polémica reubicación de una base militar estadounidense en la isla principal de Okinawa.
El hasta ahora gobernador autorizó el traslado de la base de Futenma, que se encuentra ubicada en un núcleo urbano, hasta al norte de la isla de Okinawa, un paraje mucho más recóndito.
La elección de Onaga se plantea como un quebradero de cabeza para el Gobierno central de Japón, cuyo primer ministro, Shinzo Abe, defiende la permanencia de las tropas estadounidenses en Okinawa y la reubicación de la base en el norte de la isla principal.
El resultado de las elecciones se interpreta como un claro mensaje de la población de Okinawa, una zona con un profundo antimilitarismo donde la mayoría rechaza la enorme presencia de soldados estadounidenses y el plan de reubicar la base.
La región alberga a más de la mitad de los cerca de 48.000 efectivos que EEUU mantiene en Japón, y un 20 % del suelo de la isla principal del archipiélago es terreno militar estadounidense.
Tras años exigiendo que las instalaciones fueran trasladadas fuera de estas islas, el pasado diciembre las autoridades locales autorizaron que comenzaran las obras en la zona costera de Henoko, donde tiene previsto ubicarse la nueva base.
Tokio ha defendido este plan de recolocación alegando que es la «única solución viable» para, manteniendo la presencia estadounidense en el territorio, hacer frente a los peligros que supone que la actual base de Futenma se encuentre en una zona urbana altamente poblada.
La polémica base de 480 hectáreas se sitúa en el mismo centro urbano de la localidad de Ginowan (94.000 habitantes), completamente rodeada de viviendas y edificios públicos, lo que durante años ha generado protestas de sus ciudadanos por el ruido y por la posibilidad de que se produzcan accidentes.
Tokio y Washington firmaron un acuerdo en 1996 para trasladar la base, después de que un año antes la violación de una niña por un soldado estadounidense desatara un enorme sentimiento en contra de la presencia de las tropas de EEUU en Okinawa.
El proyecto se ha ido retrasando desde entonces ante la fuerte oposición de los políticos y la población local, que abogan por ubicar la base fuera de este archipiélago.
El Gobierno central había fijado la fecha de febrero de 2019 como el plazo para finalizar las operaciones en Futenma. (EFE)
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