Vecinos de tres provincias realizaron ejercicio de evacuación y se realizaron acciones conjuntas de búsqueda de personas en la zona de desastre.
Japón quiere estar preparado para lo peor. Hoy domingo unas 2.500 personas de 26 distritos de Shizuoka, Kanagawa y Yamanashi participaron en acciones de evacuación en el hipotético caso de el volcán más alto de Japón entrara en erupción y lanzara lava y cenizas.
Según dijo la agencia Kyodo, el objetivo de la acción tuvo como primer objetivo ver de qué manera las tres provincias que conviven con el Monte Fuji, Shizuoka, Kanagawa y Yamanashi van a colaborar entre sí y con el Gobierno central en la búsqueda de quienes no hubieran podido evacuar la zona en una erupción.
La Agencia Meteorológica de Japón presentó el caso de una previsión de erupción que es advertida dos meses antes y que finalmente ocurre hacia el lado de Gotemba, en Shizuoka, a unos 2.000 metros de altura al mediodía de un 19 de octubre. Hay cenizas y humo que se eleva a unos 20 kilómetros sobre el nivel del mar. La lava empieza a caer por una pendiente.
Durante el simulacro, se realizó una teleconferencia entre la Oficina del Gabinete del Primer Ministro y gobernadores de las tres provincias, mientras que los residentes evacuan varios municipios de Yamanashi y Kanagawa. Más de 20 bloques de hormigón, que pesan cerca de 2 toneladas cada uno, son colocados para servir como dique y evitar la lava fluya dentro de un área de la ciudad.
El simulacro se realizó tres semanas después de que otro volcán activo, el Monte Ontake, estallara y matara a 56 personas en el peor desastre volcánico de la posguerra en japón. El Ontake, de 3.067 metros de altura, se extiende a ambos lados de Nagano y Gifu en el centro de Japón.
El Monte Fuji tuvo su última gran erupción en 1707. Ésta se produjo 49 días después de un terremoto de gran magnitud y se dice que duró dos semanas, cubriendo con varios centímetros de ceniza áreas tan lejanas como lo que hoy es Tokio.
Se estima que 470.000 personas de Shizuoka, Yamanashi y Kanagawa se verían obligadas a evacuar debido a la ceniza volcánica en el caso de que el Monte Fuji tuvera una erupción parecida a la de 1707.
Si grandes cantidades de lava fluyeran, se estima que 689.000 personas tendrían que evacuar, y las principales arterias de la nación, como el Shinkansen Tokaido y la autopista Tomei, serían cortadas, según el plan de emergencia japonés. (icpdigital)