No vacunarse “es como una ruleta rusa” frente al cáncer, dijeron.
Otsuki Ladies Clinic, clínica de la provincia de Osaka que trata varios casos de cáncer a causa del virus del papiloma humano (HPV) es una de las empresas que se ha expresado contra la posición del gobierno japonés de no recomendar el uso de la vacuna.
El tema saltó a primer plano cuando se informó que existían 1.196 casos de efectos secundarios debido a la vacuna, 106 casos de gravedad como parálisis, infertilidad, entre otros. En estas circunstancias, el Ministerio Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón canceló la recomendación de la vacunación “hasta aclarar la frecuencia de casos de efectos secundarios y hasta poder proporcionar la información adecuada al público”.
El pronunciamiento japonés tuvo un impacto no solo en Japón sino en muchas partes del mundo.
No obstante, no todos están de acuerdo con la posición oficial japonesa. Otsuki Ladies Clinic es una de esas voces. Para ellos los efectos secundarios por la vacuna de HPV son iguales como los que puede haber en una contra el Pneumococcus o la encefalitis japonesa.
Para ellos no está probado que los efectos secundarios sean la vacuna. Los motivos pueden ser otros como hasta un síndrome de dolor que el ser humano desarrolla incluso hasta por el efecto punzante de una aguja.
“Cuando se lee la información de los medios de comunicación parece que muchas personas están sufriendo de efectos secundarios, pero la incidencia no es tan alta, es igual como en occidente. Se considera médicamente que el CRPS (Síndrome de dolor regional complejo) se desarrolla por estímulo del traumatismo, fractura o aguja, y no es por causa de la vacuna. Puede pensarse que es por el método de inyección al usarse la vía intramuscular, porque es más fuerte el dolor que la inyección hipodérmica”, dijo Otsuki Clinic.
Explicó que la incidencia de reacción secundaria que arbitrariamente se dijo que era grave, es más alta que la vacuna de influenza, DPT-IPV, poliomielitis, pero comparando con la vacuna Hib, Pneumococcus, encefalitis japonesa, es igual o un poco más baja. “En Occidente, ningún país suspendió la vacuna contra el cáncer de cuello uterino por sus efectos secundarios”, afirmaron.
La clínica dijo que el temor a los efectos secundarios está causando serios problemas en las acciones de prevención de otros virus como la rubeola, que en Japón tuvo un aumento desde el año pasado entre hombres.
“Recientemente está extendiéndose la rubeola en los jóvenes y haciéndose la vacunación de emergencia para evitar el síndrome de rubéola congénita. Este es el resultado por el temor a los efectos secundarios en la época pasada. Por favor, antes de decidir piense bien la cantidad de enfermos de cáncer y la incidencia de efectos secundarios. Asimismo, no olvide el examen médico del cáncer de cuello uterino”.
OTRA OPINION A FAVOR DE LA VACUNA
El doctor Raúl Ortega, experto en medicina reproductiva que ejerce en Japón y articulista de International Press desde 1994, la “vacuna sigue siendo la mejor forma de prevención”.
“A pesar de los efectos colaterales señalados en un grupo de pacientes, y que aun requieren de mas investigación para demostrar si realmente estaban ligados a la aplicación de la vacuna, pienso que la vacuna sigue siendo la mejor forma de prevención, ya que se ha demostrado que el HPV esta asociado al cancer de cervix, y no vacunarse es como jugar la loteria, con bastantes posibilidades de acertar durante toda la etapa reproductiva que se extiende largamente desde los 12 hasta los 45años”, afirmó el Dr. Ortega.
“Aquellos que prefieren no vacunarse, podrían usar como medida de prevención el condón para evitar la transmisión del virus, pero de manera rigurosa, es decir en todas y cada una de las relaciones sexuales, ya que no hacerlo, expone a la mujer al HPV y al riesgo señalado de cáncer de cérvix”, advirtió.
Para el Dr. Ortega no hay tratamiento para el virus de papiloma humano (HPV), pero “felizmente casi todas las infecciones por HPV son transitorias y tardan en ser eliminadas del organismo por acción del sistema inmune entre 7 meses y 2 años”.
“Existen algunos tipos de HPV que son persistentes debido a que la inmunidad natural no es suficiente para controlar la infección del tipo HPV causante de cáncer o metaplasia oncogénica, y se ha demostrado que estos tipos persistentes son la causa más importante para desarrollar el cáncer de cérvix”, manifestó.
Y dio un consejo fundamental: “Mujeres portadores de HPV deberían tener exámenes de Papanicolau cada 3-6 meses ante la presencia de citología anormal, ya que la persistencia del HPV puede causar neoplasia intraepitelial cervical (NIC) o adenocarcinoma in situ”. (ipcdigital)