Pruebas para inculparlo habrían sido manipuladas
Un tribunal japonés decidió hoy reabrir el caso de Iwao Hakamata, el hombre que más tiempo lleva en todo el mundo en un corredor de la muerte, 46 años, al tener en cuenta nuevas pruebas sobre el asesinato múltiple que se le imputa.
El Tribunal del distrito de Shizuoka (centro del país) anunció que analizará las últimas pruebas de ADN presentadas por la defensa de Hakamata, que según esta parte pueden demostrar que el imputado es inocente del delito cometido en 1966, informó la agencia Kyodo.
Hakamata, un exboxeador que padece una enfermedad mental, fue condenado a la pena de muerte en 1968, sentencia que queda temporalmente suspendida con la decisión de hoy.
El tribunal que lo juzgó consideró probado que en 1966 apuñaló hasta la muerte al dueño de la pequeña fábrica de miso (soja fermentada) donde trabajaba, así como a la mujer de éste y a sus dos hijos.
La casa de la familia asesinada fue incendiada después.
No obstante, él siempre se declaró inocente del crimen y, según ha denunciado organizaciones humanitarias, la investigación del caso estuvo rodeada de todo tipo de irregularidades.
Hakamata aseguró que fue coaccionado por la policía para firmar una declaración reconociendo la autoría del asesinato.
El Tribunal Supremo de Japón confirmó su sentencia de muerte en 1980, pese a sus alegaciones.
Hakamata presentó su primer recurso reclamando un nuevo juicio en 1980, que fue rechazado por la máxima instancia judicial en 2008, y más tarde interpuso un segundo recurso por vía de sus familiares.
El último recurso se basa en los resultados de unas pruebas de ADN, que indican que los restos de sangre recogidos en prendas del homicida no correspondían a Hakamata, según la defensa.
El presidente del juzgado competente, Hiroaki Murayama, aceptó este argumento y afirmó hoy que las muestras de ropa «no eran las del imputado», abriendo así la posibilidad de que se produjera una manipulación de las pruebas.
El juez añadió que ve «injusto» mantener al imputado bajo detención, al considerar que «la posibilidad de su inocencia se ha aclarado hasta un grado considerable», en declaraciones recogidas por Kyodo.
Se trata de la sexta vez en que un tribunal japonés decide reabrir el caso de un condenado a muerte desde 1949, y de los otros cinco imputados, cuatro fueron absueltos.
Tras la decisión de hoy del Tribunal de Shizuoka, la celebración de un nuevo juicio puede retrasarse de forma indefinida debido al previsible recurso de la fiscalía, que ya ha anunciado que considera «poco fiables» las pruebas de ADN. (EFE)
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