La bailaora se presentó en el Festival de Flamenco que organizó Parco en el hall del Bunkamura de Shinjuku.
Eva García Garrido, más conocida como “Eva Yerbabuena”, ha dejado marcado para siemore su nombre en el corazón de los japoneses con una de las más grandes presentaciones de flamenco que se hayan realizado en Tokio. Eva ofreció el domingo 23 de marzo su “Lluvia”, en el segundo show en el Festival de Flamenco de Parco, y el público le ha ovacionado de pie a ella y a su compañía.
Cuando la bailaora ingresó entre las butacas vestida de rojo, descalza y con la mirada puesta en el horizonte, montaje inusual en el flamenco visto en Japón, ya anunciaba que esa presentación iba a ser subyugante. Todo un drama que nos llevó hacia las profundidades de temas que apasiona y afecta la vida en este país: el silencio, la soledad y el desgarro del alma por el amor imposible.
No obstante, la obra tiene mucho de lo que Eva es realmente y se lo hizo saber al público cuando al final de la presentación tomó una silla sobre el escenario para contestar preguntas, incluso de mismos los asistentes.
“Quizá tengo fama de triste, de melancólica, esto es quizá una forma agradecer a la pena”, dijo ella al comentar la propuesta de «Lluvia», bailada por primera vez en Japón. “Lo que me provocó componer esta obra fue un poema sobre el silencio de Horacio García. Le tenemos miedo al silencio, pero es lo que me motivó”.
Eva resaltó cada detalle de la obra, pero ha tenido palabras especiales para la genial guitarra de Paco Jarana, responsable de la línea musical de su trabajo. “Paco, que es el padre de mi hija y mi compañero, es uno de los mejores compositores que hay y que además me conoce. A veces discutimos, no todo es color de rosa, pero las cosas van fluyendo y si sabes impregnar de lo que quieres a la gente que está a tu alrededor, va a resultar”, comentó.
TRADICIONAL Y CONTEMPORÁNEA
También ha resaltado la importancia que suele dar al cante y de tener junto a ella voces que sepan representar su sentimiento en una obra. Por eso, Tokio no olvidará cuando una famosa balada española, “Se nos rompió el amor” de la recordada Rocío Jurado, fue letra para una de los más bellos e intensos pasajes de La Yerbabuena en la obra.
La maestría con que el argumento de “Lluvia” caminó entre las figuras de la danza contemporánea y el furor más clásico del flamenco, es quizá la formula que Eva ha descubierto para tener a todos los públicos. A ella le siguen los amantes de la renovación y los más recalcitrantes del flamenco. Ocurre en España y también en Japón.
“Estoy abierta totalmente a la danza contemporánea y clásica. Estoy abierta a todo, pero sin olvidar esa raíz que en su momento fue tan importante para mi, que es el flamenco”, afirmó para inmediatamente confesar: “No he estudiado danza contemporánea ni clásica, pero trato de no limitarme y de expresar cosas que sean creíbles y que no resulten falsas cuando quieres contar algo que sientes”.
EL FLAMENCO Y LOS JAPONESES
Sobre la relación del flamenco y los japoneses, Eva ha dicho a International Press que incluso para ella “es muy curioso y es algo inexplicable. Empecé con 11 añitos, tengo 43 y hoy en día aún me pregunto qué tiene el flamenco que a mi tan niña me hipnotizó”.
“Y es algo que no sabes porqué – continuó diciendo – pero que una vez que pruebas te atrapa y puedo entender perfectamente (a los japoneses)”.
Intentando buscar algún argumento más a la pasión que despierta el flamenco en este país, Eva manifestó que “creo que es un arte directo de algo que ha sucedido, de una forma de vivir, como de una queja, porque el flamenco ha sido una manera de gritar sin que me corten la cabeza. Bueno, y lo voy a hacer de la mejor manera. Voy a bailar, voy a cantar y voy a tocar un instrumento porque de esto carecemos y necesitamos”.
Eva ha encontrado una similitud entre su experiencia con el flamenco y la que hoy tienen los japoneses. En ambos casos no ha habido antecedentes en la familia de algún cantante o bailaor de flamenco.
“Pasa con los japoneses, pasa con los chinos, los indios, alemanes. Pasa a nivel mundial, el flamenco tiene eso, es como un cupido. He visto (en estos países) un buen flamenco, donde todo tiene un mismo nivel de calidad. En este caso, a lo mejor la peor soy yo (risas)”.
Para Eva los japoneses tienen algo aún más especial. “Cuando tú impartes clases te hacen preguntas que dan que pensar. Ellos no buscan la técnica, ellos buscan otra cosa. Es lo curioso. Ellos saben lo que es técnica. Ellos han entendido que la técnica se aprende con muchas horas de práctica, pero hay algo con lo que tu naces, no aprendes. Es esa capacidad de transmitir y que es imposible que alguien te lo enseñe”.
TRABAJO Y FAMILIA
Sobre sus sueños, la bailaora dijo que quiere tener salud suficiente para poder disfrutar de su familia y el trabajo. “Hay dos corazoncitos que para mi son lo más importante de mi vida, que son mis hijas. Y lo más difícil para mi es buscar un equilibrio trabajo-familia. No es fácil”.
Eva tiene una hija de 19 años y una otra pequeña de un año y siete meses, que el 14 de mayo cumplirá los 2 años. – La hija mayor te sigue los pasos, le preguntamos: “No, la mayor quiere estudiar dirección de empresas y ahora está llevando abogacía en la universidad”.
Acerca de la posibilidad de que una de sus hijas elija el flamenco como medio de vida, la española ha confesado que esa posibilidad “es algo que me acobarda muchísimo, sinceramente”.
“No es algo que a mi me agradaría -declaró- Que lo tuvieran como un hobbie, que bailaran cuando ellas quisieran, si gustan del cante que canten, pero no como algo que ellas decidieran hacer para toda su vida, pero si me dicen ‘mamá, esto es lo que me gusta’, yo lo que quiero es que mis hijas sean felices y que cuando decidan por algo que lo hagan porque realmente les gusta”.
Eva ahondó más en sus razones sobre la relación de sus hijas con el flamenco profesional.
“Cuando tienes la madre o el padre haciendo esto, corres el riesgo de terminar siendo el hijo ‘de’, y es algo que me enseñó mi hija con 16 años. No fui yo quien se lo preguntó y respondió así sobre lo que te acabo de contar: ‘Uno, que yo no tengo el arte o la gracia que debiera de tener y otra, que no he nacido para ser hija ‘de’”, narró.
Finalmente la granadina, ha expresado de que aún no teniendo hija que le siga los pasos, estará “encantada” de su influencia sobre las bailaoras japonesas le vaya a significar tener muchas herederas, que la aprecian y quieren ser como ella. (Luis Álvarez/ipcdigital) Fotos Hirohisa Aoyagi
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