Nuevos modelos tienen buena acogida en mercados como el europeo
El fabricante Mazda Motor registró un beneficio neto de abril a septiembre, primera mitad del año fiscal en Japón, de 24.986 millones de yenes (185,4 millones de euros), lo que supone un aumento de más de cuatro veces con respecto a los 5.744 millones de yenes (42,63 millones de euros) de 2012.
La depreciación del yen, unida a la gran acogida de modelos como el Mazda CX-5 o el nuevo Atenza (conocido también como Mazda 6), impulsaron el rendimiento de la empresa de Hiroshima (oeste de Japón), cuyo beneficio operativo se multiplicó por seis hasta 73.962 millones de yenes (549 millones de euros) en este periodo.
Mientras, su facturación se elevó un 22,6 por ciento interanual hasta 1,25 billones de yenes (9.278 millones de euros), tras vender en estos meses 631.000 unidades en todo el mundo (un 3 por ciento más), con un incremento destacado del 14 por ciento en el mercado europeo y del 12 por ciento en EEUU.
Mazda además revisó al alza sus previsiones de crecimiento para el actual año fiscal, que finaliza el 31 de marzo de 2014, en el que espera ganar un 191,5 por ciento más interanual hasta los 100.000 millones de yenes (742,2 millones de euros).
En este ejercicio confía en lograr un beneficio operativo de 160.000 millones de yenes (1.187 millones de euros), un 196,6 por ciento más, y unas ventas por valor de 2,65 billones de yenes (19.670 millones de euros), un 20,2 por ciento más interanual. (EFE)
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