Viaje al universo del famoso mago cuesta 2.500 yenes
Los uniformes del colegio Hogwarts, los libros de hechicería o la escoba Nimbus 2000 de las películas de Harry Potter centran una muestra sobre el universo del mago creado por J.K. Rowling inaugurada el jueves en la Torre Mori de Tokio.
Todo aquel que accede a la exposición, bautizada como «Harry Potter, the exhibition», debe pasar, nada más entrar, la prueba del sombrero seleccionador, como si fuera un alumno que acaba de ingresar en la escuela de magia inventada por la escritora británica.
El viaje, al que se accede tras pagar una entrada de 2.500 yenes (unos 26 dólares), continúa una vez que el extraño gorro parlante decide en cuál de las cuatro casas de Hogwarts se ha sido aceptado, aunque en el caso de muchos visitantes nipones parece existir una clara preferencia por la de Gryffindor, «alma mater» de Harry Potter.
Tras atravesar una réplica del andén 9 y medio de la estación londinense de King’s Cross, donde cada 1 de septiembre el joven mago tomaba el Hogwarts Express en dirección a las praderas escocesas sobre las que se asienta su escuela, se accede al grueso de la muestra.
Los distintos vestuarios empleados en las ocho películas de la serie por actores como Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint, Alan Rickman, Kenneth Branagh o Helena Bonham-Carter constituyen el principal reclamo del evento, que ya ha pasado por ciudades como Chicago, Nueva York, Sidney o Singapur.
Sin embargo, hay hueco para exhibir desde las camas del dormitorio que compartían Harry Potter y su amigo Ron Weasley hasta los libros de asignaturas como «Pócimas» o «Defensa contra la Artes Oscuras», e incluso el artilugio «giratiempos» que aparece el tercer episodio o el cáliz de fuego que da nombre al cuarto.
El Quidditch, el deporte ficticio que inventó J.K. Rowling para la saga y que se juega sobre escobas voladoras, tiene su propio apartado en la muestra, donde uno puede incluso probar suerte intentando colar por unos aros una «quaffle», nombre que recibe una de las pelotas que se emplean en este juego.
Tras pasar por el taller de «herbología» de la profesora Sprout, la cabaña del entrañable gigante Hagrid o el tenebroso cementerio donde se reúnen los mortífagos (los seguidores de Voldemort, el archienemigo de Harry Potter) se accede a la tienda de regalos.
Aquí se pueden encontrar infinidad de varitas, como en la «Tienda de Olivander» que aparece en las películas, corbatas con los colores de Gryffindor o incluso gafas redondas con montura metálica, idénticas a las que luce el famoso mago de la cicatriz en la frente. (EFE)
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