EE. UU. y Japón acuerdan reducir presencia estadounidense en Okinawa

Soldados estadounidenses en Okinawa (foto Marine Corps)

Más de 1.000 hectáreas serán devueltas progresivamente


Soldados estadounidenses en Okinawa (foto Marine Corps)

Estados Unidos y Japón anunciaron un nuevo plan para reducir la presencia estadounidense en la isla japonesa de Okinawa y que garantice al mismo tiempo un mínimo de efectivos que aseguren la efectividad operativa en la región.

El plan, presentado en Tokio, es un paso clave en la implementación de la Hoja de Ruta Realineamiento presentada en 2006, señaló el Departamento de Defensa.

En él se detallan todos los pasos necesarios para la consolidación de las fuerzas estadounidenses en Okinawa y los plazos para la devolución progresiva de más de 1.000 hectáreas que actualmente utilizan las tropas estadounidenses.


«Estados Unidos y Japón han alcanzado un nuevo e importante hito en nuestros esfuerzos por asegurar una presencia de las fuerzas de EE.UU. robusta y la eficacia operativa en la región, mientras reducimos nuestra presencia en la isla de Okinawa», señaló el secretario de Defensa de EE.UU, Chuck Hagel, en un comunicado.

El plan contempla la «devolución inmediata», una vez cumplimentados ciertos procedimientos necesarios, de ciertas instalaciones y áreas en Okinawa, según explicó Hagel.

Estados Unidos devolverá posteriormente ubicaciones adicionales una vez que se construyan las instalaciones de reemplazo y haya sido reubicado un «contingente considerable» de las fuerzas del Cuerpo de Infantes de Marina de EE.UU. en las bases de Guam y Hawái.


El acceso a la zona norte del área de servicio en Makiminato, en Camp Kinser, podría ser devuelto este mismo año y algunas partes de la zona de Camp Foster al oeste de Futenma y el área cercana a la puerta cinco del área de servicio de Makiminato, el próximo año.

No obstante, según las previsiones del Pentágono, la entrega de algunos territorios podría demorarse hasta quince años, como es el caso del Puerto Naha (2028), Camp Lester (2025) y partes de Camp Foster (2024).


El secretario de Defensa agradeció al primer ministro japonés, Shinzo Abe, su «liderazgo personal» y su trabajo en este plan, que ha requerido meses de estrecha coordinación entre los principales líderes de ambos países, así como de las Fuerzas Armadas.

El Departamento de Defensa de EE.UU. y el Ministerio de Defensa de Japón trabajarán para poner en práctica el plan, dijo Hagel, y resolver la reubicación de la base aérea de Futenma, en la ciudad de Ginowan (Okinawa), que el plan prevé para 2022 o «más adelante».

La base Futenma, que ocupa cerca de 480 hectáreas, está situada en plena ciudad y completamente rodeada de viviendas y edificios públicos, lo que durante años ha generado protestas de sus ciudadanos.

«Ahora más que nunca, es esencial que Estados Unidos mantenga una fuerza geográficamente distribuida y sostenible en toda Asia que se pueda brindar para la protección de Japón y nuestros otros aliados, y los intereses de Estados Unidos», dijo el secretario.

«Estamos decididos a enfocar nuestros esfuerzos bilaterales sobre la modernización de la alianza para hacer frente a los nuevos problemas de seguridad en la región», agregó Hagel en un momento en que las amenazas de Corea del Norte contra su vecino del Sur, Japón y Estados Unidos se han intensificado.

En abril de 2012, ambos países firmaron un acuerdo conjunto sobre el realineamiento de las fuerzas estadounidenses en Japón, por el que EE.UU. se comprometió a trasladar a unos 9.000 marines estadounidenses de la isla japonesa de Okinawa a otros puntos fuera de Japón, pero dentro del Pacífico asiático. (EFE)

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