Pyongyang considera como “una declaración de guerra” sanciones de la ONU
Atahualpa Amerise / EFE
Corea del Norte amenazó el viernes con tomar «medidas físicas» contra Corea del Sur y consideró una «declaración de guerra» las recientes sanciones de la ONU, en una nueva ofensiva del país comunista tras anunciar el jueves una próxima prueba nuclear.
El régimen «tomará fuertes medidas físicas» contra Corea del Sur si este país participa activamente en las sanciones que el martes le impuso el Consejo de Seguridad, indicó el norcoreano Comité para la Reunificación Pacífica de la Patria en un comunicado.
La declaración, divulgada por la agencia estatal KCNA, califica como «una declaración de guerra» las sanciones, con las que Naciones Unidas castigó el reciente lanzamiento de un cohete de largo alcance del militarizado país comunista al considerarlo una prueba ilegal de misiles.
Corea del Norte, que esta semana ya descartó cualquier intento de retomar las conversaciones sobre su desnuclearización, especificó que no negociará con el Gobierno de Corea del Sur -al que se refirió, en su retórica habitual, como «grupo de traidores»- mientras éste mantenga su «política hostil» hacia el país vecino.
La resolución 2087 adoptada el martes por el Consejo de Seguridad impone la congelación de activos de seis instituciones y cuatro individuos norcoreanos, y ha generado airadas respuestas del régimen de Kim Jong-un, entre ellas la amenaza de una nueva prueba nuclear y más lanzamientos de cohetes.
El régimen aseguró que estas acciones «estarán enfocadas a EEUU», lo que puso a Corea del Norte en el foco de la atención mundial y fue contestado un día después por el secretario de Defensa de Washington, Leon Panetta, que aseguró que Washington está «totalmente preparado» para lidiar con cualquier tipo de provocación norcoreana.
Panetta planteó a Pyongyang la disyuntiva de negociar los asuntos que preocupan a la comunidad internacional o continuar con su «comportamiento provocador».
Por su parte, China, aliado histórico de Corea del Norte, llamó oficialmente a las partes a buscar una solución dialogada que garantice la estabilidad en la península coreana, aunque también dio indicios de posibles medidas contra su socio comunista del nordeste de Asia si lleva a cabo su anunciada prueba atómica.
«Si Corea del Norte realiza más ensayos nucleares, China no dudará en reducir su asistencia al país», indicaba el viernes un editorial del diario chino Global Times, de financiación estatal y cercano al gobernante Partido Comunista.
En un movimiento inusual, Pekín votaba el martes a favor de las sanciones contra Corea del Norte en el Consejo de Seguridad, lo que abrió incertidumbres sobre el futuro de la tradicional amistad que une a ambos países.
En todo caso, la disposición del régimen norcoreano a realizar un nuevo test atómico ha quedado patente después de que los servicios de inteligencia de la vecina Corea del Sur revelaran que en la base de Puggye-ri, al norte del país, los preparativos para la detonación parecen concluidos.
Imágenes de satélite muestran que ha sido rellenado el túnel que supuestamente fue cavado para la prueba y éste contendría todos los equipos y dispositivos necesarios, lo que ha llevado a los expertos a afirmar que la acción podría llegar «en cuestión de días».
El Ministerio de Defensa surcoreano cree que Corea del Norte podría utilizar en su próximo ensayo nuclear uranio altamente enriquecido en lugar de plutonio como en los dos anteriores, lo que indicaría que el país ha logrado un nuevo modo de fabricar armas atómicas.