El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, descartó hoy que vaya a presentar su renuncia y dijo en un mensaje a la nación que se someterá al «juicio político» promovido por el Congreso «con todas sus consecuencias».
Lugo apostó por «honrar la voluntad de las urnas» y evitar que «una vez más en la Historia de la República, un hecho político robe privilegio y soberanía a la suprema decisión del pueblo».
«De cara a este desafío, este presidente anuncia que no va a renunciar al cargo y se somete, con absoluta obediencia a la Constitución y las leyes, a enfrentar el juicio político con todas sus consecuencias», añadió.
Con sólo el voto en contra de una diputada del izquierdista Frente Guazú y 76 votos a favor, los diputados aprobaron hoy iniciar el procedimiento constitucional para la destitución del presidente, que ahora debe ser sometido a la consideración del Senado.
Los legisladores consideraron que Lugo es responsable de la muerte de seis policías y once campesinos «sin tierra» en un choque armado durante una operación de desalojo que se produjo el pasado día 15 en una hacienda de la localidad de Curuguaty, en el nordeste del país, cerca de la frontera con Brasil.
Lugo sustituyó a los jefes policiales pero, ante la avalancha de críticas por su gestión, anunció este miércoles que se va a conformar una comisión especial, con apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), para investigar lo ocurrido sin la «turbulencia» de los intereses políticos, económicos y sectoriales que rodean el caso.
Para el presidente, «en este momento sensible para la vida democrática de la República», con la tensión como «elemento dominante», «da la impresión de que se abandona la mesura y la reflexión para utilizar el tambor batiente para escribir la Historia».
Lugo demandó al Parlamento que le ofrezca «toda la garantía de una justa defensa» durante el proceso.
Al tiempo, denunció «ante el pueblo paraguayo que su voluntad expresada en las urnas está siendo objeto de un ataque inmisericorde de sectores que siempre se opusieron al cambio y se opusieron a que el pueblo pueda participar como protagonista de su democracia».
«El pueblo -advirtió- no olvidará que se pretende interrumpir un proceso democrático histórico a sólo nueve meses de nuevas elecciones generales, frustrando lo más significativo que tiene la democracia».
Según observó, los logros de su Gobierno en el ámbito social «generan una reacción de sectores egoístas e insensibles que siempre vivieron del privilegio y jamás quisieron compartir los beneficios de la prosperidad con el pueblo».
Tras prometer «desde el corazón de un liderazgo» que honrará el juramento que hizo el 15 de agosto de 2008, mantuvo que «no existe ninguna causa valedera, bien jurídica bien política» que le haga «renunciar a este juramento».
Tras el mensaje de Lugo, las Fuerzas Armadas emitieron un comunicado en el que garantizaron el respeto al «ordenamiento constitucional y democrático vigente».
«Las Fuerzas Armadas se mantienen dentro de su función específica que le confieren la Constitución y las leyes, respetando el ordenamiento constitucional y democrático vigente», según el escueto mensaje de la Dirección de Comunicación del Ejército.
En Río de Janeiro, los presidentes de los países de la Unasur que asisten a la Conferencia Río+20 se reunirán hoy para discutir su posición ante la crisis en Paraguay.
«Decidimos reunirnos en la tarde de este jueves para tratar el problema de Paraguay y probablemente divulguemos un pronunciamiento después de esa reunión», dijo el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en una rueda de prensa.
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