La hija del presidente cubano, Raúl Castro, Mariela Castro, habló hoy ante un centenar de personas en una conferencia en San Francisco bajo el título «Una mirada a la diversidad sexual desde lo político», sin admitir preguntas de los medios de comunicación.
«No voy a dar entrevistas, vine a trabajar», se limitó a decir Castro cuando fue interpelada por al menos dos miembros de la prensa, momento en el que un miembro de seguridad empujó a un camarógrafo allí presente.
La intervención de Castro, ante una audiencia de unas cien personas, se enmarca en un evento organizado por la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) en un céntrico hotel de San Francisco.
La sobrina de Fidel Castro repasó los esfuerzos por la lucha de los derechos de los homosexuales en Cuba desde la década de 1960 hasta la situación actual.
«En la actualidad la Federación de Mujeres Cubanas, junto a la unión de juristas de Cuba y otras instituciones, está abogando por un anteproyecto de ley que modifica el código de familia aprobado en 1975, en el que se incluye un nuevo articulado sobre el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género, que incluye el reconocimiento legal a las parejas del mismo sexo», declaró Castro.
«Todo el escenario de la revolución en los 60, todo ese paradigma emancipador de búsqueda de justicia plena, fue asentando las bases y el desarrollo profesional de jóvenes y nuevas instituciones, recursos que fueron llegando a Cuba para tratar una realidad que en el mundo científico o político no estaba bien articulada», dijo.
Castro se encuentra desde el martes en la ciudad californiana, donde participa en reuniones universitarias, un foro de médicos y un coloquio organizado por la comunidad de gais, lesbianas y transexuales.
Por otro lado, la hija del presidente cubano, de 50 años y directora del Centro Nacional para la Educación Sexual en Cuba, denunció el miércoles la «mafia de emigrados cubanos» que impiden, en su opinión, que los estadounidenses visiten libremente la isla caribeña.
También afirmó, según la prensa local, que «votaría a (Barack) Obama para presidente», especialmente después de que el mandatario estadounidense se pronunciara a favor del matrimonio homosexual.
«Creo que es algo en lo que realmente cree. Si fuera ciudadana estadounidense votaría a Obama para presidente», apuntó. «Creo que es sincero y habla desde el corazón», añadió.
Mariela Castro recibió un visado de las autoridades estadounidenses para poder asistir al XXX Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), que concluye el sábado.
Esa decisión causó gran polémica entre ciertos grupos, especialmente desde la campaña del probable candidato republicano a la Presidencia de EE.UU. y rival de Obama, Mitt Romney.
«No debemos estar extendiéndole una mano a un régimen dedicado a la sistemática y flagrante privación de los derechos humanos básicos», dijo recientemente Romney.
«Mientras que el régimen cubano está llevando a cabo una represión feroz contra los disidentes y continúa encarcelando de forma injusta a uno de nuestros ciudadanos, Alan Gross, la Administración de Obama no debe de estar dándole la bienvenida a la hija de un dictador», agregó.
El demócrata Scott Weiner, supervisor del distrito 8 de San Francisco y uno de los patrocinadores de una recepción y coloquio con Castro, comentó a Efe que «esto no tiene nada que ver con la política nacional», sino de «un evento local» con «una mujer que apoya a la comunidad de gais, lesbianas y transexuales en Cuba».
El próximo martes Castro asistirá en Nueva York a otra conferencia sobre derechos de los homosexuales.
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