Hace casi cuatro siglos zarpó de Ishinomaki la primera expedición japonesa a España
Con el compromiso de reforzar los lazos culturales, el Foro España-Japón se clausuró en la ciudad portuaria de Ishinomaki, arrasada por el tsunami de marzo y desde la que zarpó, hace casi 400 años, la primera expedición nipona a España.
La XIV edición del foro, una plataforma anual de diálogo entre representantes de los sectores público y privado de ambos países, eligió Ishinomaki para cerrar la cita de dos días, que arrancó el lunes en la vecina ciudad nororiental de Sendai centrada en las consecuencias de la tragedia de marzo en Japón.
Los cerca de 80 participantes del evento, copresidido por el exministro de Exteriores Josep Piqué, se desplazaron a Ishinomaki en un recorrido en el que pudieron certificar las profundas cicatrices que aún quedan ocho meses después de la tragedia que, solo en esa ciudad, se llevó por delante unas 3.000 vidas.
Aunque algunas empresas portuarias han retornado a la actividad e insuflan algo de vida al estuario, su principal avenida es aún es una hilera de colosales montañas de escombros, cementerios de coches, naves y negocios arrasados y miles de viviendas inhabitables que inexplicablemente aguantan en pie.
«Que vean con sus ojos esta escena constituye uno de los objetivos más importantes de este foro», dijo a los presentes Shinichi Yokoyama, copresidente del encuentro junto con Piqué.
El propio Piqué admitió que todos quedaron «profundamente impresionados y afectados» por lo que vieron y calificó la visita a Ishinomaki de una «expresión de solidaridad».
Piqué y Yokoyama insistieron en que la colaboración entre España y Japón «contribuirá a la solución de desafíos globales» durante el acto de clausura del foro en el Museo San Juan de Ishinomaki, donde se conserva una réplica del galeón en el que navegó la primera expedición japonesa hacia España en el siglo XVII.
El «San Juan Bautista» zarpó en octubre de 1613 de la bahía de Ishinomaki y llevó a la comitiva conocida como «Embajada Keicho» hasta Acapulco (México), donde liderados por el samurái Tsunenaga Hasekura continuaron viaje por tierra hasta la costa del Atlántico y de nuevo por mar, hasta arribar a Sevilla.
Además de exhibir la réplica del buque, que aguantó casi intacta la embestida del tsunami de marzo, el museo reconstruye la épica aventura de Hasekura desde su inicio.
El primer capítulo, el del encuentro entre Hasekura, Date Masamune (el señor feudal que patrocinó la expedición), el fraile franciscano Luis Sotelo y el aventurero y diplomático Sebastián Vizcaíno, está reproducido con la ayuda de unos sofisticados robots humanoides.
En aquella entrevista los cuatro acordaron la construcción del galeón (del que se acabó por perder el rastro, tras ser vendido en Filipinas a la Armada española en 1618) con el que pretendían alcanzar la corte de Felipe III y posteriormente El Vaticano.
La extrema dureza del viaje de la «Embajada Keicho» la recordó durante la clausura del Foro el alcalde de Ishinomaki, Hiroshi Kameyama, quien aseguró que la ciudad confía superar las dificultades «igual que hizo Hasegura».
Pese a que la empresa del samurái acabó en fracaso al iniciar Japón en 1614 la política del «sakoku», que prohibía el comercio y la entrada de extranjeros en el archipiélago, el Foro España-Japón quiso trazar paralelismos positivos con el empeño del intrépido nipón.
El director del museo, Naotsugu Hamada, destacó «la voluntad de entablar relaciones» que hace casi 400 años tuvieron Date y Hasegura, «de los cuales esperamos aprender y reforzar nuestra relación con España».
También anunció que el museo tiene previsto celebrar varios eventos conmemorativos en 2013, cuando está previsto que se celebre el Año de España en Japón coincidiendo con el cuarto centenario de la partida de la «Embajada Keicho».
Tras poner punto final a su XIV edición, marcada por la catástrofe de marzo, el Foro España-Japón tiene previsto celebrar su próxima cita en otoño de 2012 en una ciudad española aún por determinar. (Andrés Sánchez Braun / EFE)
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