En la noche del 8 al 9 de junio, Rusia lanzó uno de los ataques aéreos más intensos desde el inicio de la guerra, disparando 499 drones y misiles contra territorio ucraniano. Según reportaron las Fuerzas Aéreas de Ucrania, la defensa antiaérea logró neutralizar 479 de estos objetivos, incluidos cuatro misiles hipersónicos Kinzhal, considerados una de las armas más sofisticadas del arsenal ruso.
La ofensiva comenzó a las 20:00 del 8 de junio y consistió en el lanzamiento de:
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479 drones kamikaze del tipo Shahed y otros modelos, desde varias zonas de Rusia como Kursk, Shatalovo, Orel, Millerovo y Primorsko-Ajtarsk.
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4 misiles hipersónicos Kinzhal (J-47M2) lanzados desde la región de Tambov.
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10 misiles de crucero Kh-101 desde la región rusa de Sarátov.
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3 misiles Kh-22 y 2 misiles antirradiación Kh-31P disparados desde el espacio aéreo sobre el Mar Negro.
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1 misil de crucero Kh-35 lanzado desde la Crimea ocupada.
Según el portavoz de la Fuerza Aérea, coronel Yurii Ihnat, el objetivo principal del ataque fue un aeródromo militar ucraniano de uso operativo, aunque no se especificó su ubicación exacta.
DERRIBOS Y NEUTRALIZACIÓN ELECTRÓNICA
Hasta las 10:30 del domingo 9 de junio, se confirmó que la defensa aérea ucraniana había neutralizado:
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277 drones Shahed por fuego directo y 183 mediante interferencia electrónica.
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10 misiles de crucero Kh-101, todos interceptados.
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4 misiles hipersónicos Kinzhal, lo que representa un golpe significativo a las capacidades ofensivas rusas.
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2 misiles Kh-31P derribados.
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2 misiles Kh-22 y 1 misil Kh-35, neutralizados por pérdida de localización antes de alcanzar sus blancos.
En total, 479 de las 499 armas aéreas lanzadas fueron neutralizadas, ya sea por fuego antiaéreo o por sistemas de guerra electrónica.
DAÑOS LIMITADOS POR BUENA DEFENSA
A pesar de la magnitud del ataque, solo se reportaron impactos directos en 10 ubicaciones y caída de escombros en otras 17 zonas. Las autoridades de la región de Rivne confirmaron que, aunque la zona fue blanco de drones y misiles, la infraestructura civil no sufrió daños significativos.
Cabe destacar que en esa región, cerca de la ciudad de Dubno, se encuentra un aeródromo militar de uso estratégico que está siendo modernizado desde 2020. Es probable que este fuera uno de los blancos clave en esta ofensiva.
Este ataque vuelve a poner en evidencia la capacidad de Rusia para coordinar ofensivas múltiples con diferentes tipos de armamento, incluyendo drones de fabricación iraní, misiles de crucero de largo alcance y misiles hipersónicos. No obstante, también destaca la eficacia creciente de la defensa aérea ucraniana, incluso ante amenazas avanzadas como el Kinzhal, que hasta hace poco se consideraba prácticamente indetectable. (RI/AG/IP/)
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