
El ministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón, Shinjiro Koizumi, anunció una serie de reformas para transformar la política agrícola nacional, especialmente en torno a la producción y comercialización del arroz. En medio de una fuerte alza de precios, Koizumi aseguró que actuará “sin favoritismo” ni concesiones a grupos de presión como las cooperativas agrícolas, una postura que ya está generando tensiones dentro del sector.
Durante una rueda de prensa realizada ayer en la Dieta, el ministro subrayó que su prioridad inmediata es frenar el alza del arroz, cuyas últimas cifras lo sitúan por encima de los 4.000 yenes por cada cinco kilos. Para ello, cambió el esquema de venta del arroz de reserva estatal, reemplazando las subastas abiertas por contratos directos con empresas. Esta medida permitió controlar el precio de circulación a unos 2.000 yenes por cada cinco kilos.
¿FIN DEL PROTECCIONISMO A LAS COOPERATIVAS AGRÍCOLAS?
Koizumi, alineado con el primer ministro Shigeru Ishiba, busca romper con la dependencia de las políticas de reducción forzada de cultivos (conocidas como “genpan”), promoviendo en su lugar una producción sostenible, mayores exportaciones y medidas de compensación para agricultores ante eventuales caídas de precios. Esta postura representa una clara ruptura con el enfoque proteccionista tradicional, respaldado históricamente por JA, la Federación de Cooperativas Agrícolas.
En sus declaraciones, Koizumi fue enfático: “Lo importante es tomar decisiones sin someternos a organizaciones o grupos. No puede haber favoritismo si queremos resultados reales”. Aunque ya en su etapa como jefe del comité agrícola del Partido Liberal Democrático intentó sin éxito reformar JA, ahora, como ministro, retoma esa agenda con mayor determinación.
Sin embargo, la resistencia no se ha hecho esperar. JA y otros actores del sector temen que una sobreproducción pueda desplomar los precios del arroz, reduciendo sus márgenes y comisiones. A pesar de ello, Koizumi insiste en que los cambios son necesarios para evitar crisis como la reciente “revuelta del arroz de la era Reiwa”, donde factores como el calor extremo y la alta demanda de turistas tensaron el mercado.
Las reformas aún están en su fase inicial, pero el mensaje es claro: la era de decisiones acomodadas ha terminado. El desafío ahora será lograr equilibrio entre modernización, autosuficiencia y rentabilidad sin sacrificar a los agricultores ni a los consumidores. (RI/AG/IP/)
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