
El mundo está atento a la primera fumata del cónclave que definirá al sucesor del papa Francisco. Este humo, que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina, será negro si no hay acuerdo, o blanco si ya se ha elegido a un nuevo pontífice. Su aparición estaba prevista para este miércoles a partir de las 19:00 hora local (2:00 del jueves en Japón). Será el anuncio simbólico que indique si la Iglesia Católica tiene ya un nuevo líder.
Los 133 cardenales electores —todos menores de 80 años— desfilaron desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, entonando la Letanía de los Santos. Ya dentro, invocaron al Espíritu Santo con el canto del “Veni Creator” y realizaron dos juramentos solemnes: uno de confidencialidad sobre todo lo que suceda en el cónclave, y otro comprometiéndose a asumir fielmente el papado si fueran elegidos.
«TODOS FUERA»
A las 17:30 hora locales (0:30 del jueves en Japón), el maestro de las Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, proclamó el “Extra omnes” —“todos fuera”—, orden que marcó el cierre de las puertas de la Capilla Sixtina. Desde ese momento, los cardenales quedaron completamente aislados del mundo exterior.

El camarlengo, el cardenal irlandés Kevin Farrell, junto con tres cardenales asistentes y un equipo técnico, supervisan que no haya dispositivos de grabación en la sala. Romper el secreto del cónclave implica excomunión automática.
Por la mañana, unas 5.000 personas asistieron en la Basílica de San Pedro a la misa “Pro Eligendo Pontifice”, última aparición pública de los electores antes del encierro. Fue presidida por el cardenal decano Giovanni Battista Re, quien recordó que el próximo pontífice deberá mantener la unidad de la Iglesia.
El cónclave arrancó este miércoles con una única votación. A partir ahora se realizarán hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. En el pasado, la elección de papas como Francisco (2013), Benedicto XVI (2005) y Juan Pablo II (1978) tomó entre cuatro y ocho votaciones. Aunque no existe una duración fija, se espera que el proceso concluya en un máximo de tres días.
UN CÓNCLAVE DIVERSO
«Este cónclave es uno de los más diversos de la historia», destacó Televisión Española que transmite en vivo las incidencias de la elección papal. Hay cardenales de más de 70 países, muchos sin vínculos previos con la curia romana. Participan representantes de 17 naciones africanas, 14 americanas, 17 asiáticas, 18 europeas y 4 de Oceanía. Por primera vez, 12 países estarán representados en una elección papal.
Esa pluralidad responde al legado de Francisco, quien impulsó una Iglesia más global, con presencia en regiones como Asia y África, donde el catolicismo está en expansión. De los 133 cardenales con derecho a voto, 108 fueron nombrados por él, aunque no todos necesariamente seguirán su línea.
Aunque hay un dicho que reza que: «quien entra Papa al cónclave sale Cardenal», hay nombres de posibles sucesores de Francisco como Pietro Parolin (Italia), Pierbattista Pizzaballa (Italia), Péter Erdő (Hungría), Robert Sarah (Guinea) y Luis Antonio Tagle (Filipinas).
Mientras tanto, más de 30.000 personas se congregan en la plaza de San Pedro, a la espera de la esperada fumata blanca, que, de producirse, será acompañada por el repique de seis campanas para anunciarle al mundo que la Iglesia tiene nuevo Papa. (RI/AG/IP/)
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