Un niño japonés fue atacado mientras se dirigía a la escuela en Shenzhen, en el sur de China. Según informaron fuentes gubernamentales japonesas, el ataque ocurrió la mañana de hoy cuando un individuo desconocido agredió al menor, que estaba camino a la Escuela Japonesa de la ciudad.
El niño fue apuñalado y de inmediato trasladado a un hospital cercano, donde recibió tratamiento médico por las heridas sufridas. Las autoridades chinas informaron que el agresor fue detenido y se encuentra bajo custodia, siendo interrogado por la policía para esclarecer los motivos del ataque.
El gobierno de Japón reaccionó rápidamente al incidente. Hiroshi Moriya, vicesecretario jefe del gabinete japonés, declaró en una conferencia de prensa que las autoridades japonesas han solicitado formalmente al gobierno chino que refuerce las medidas de seguridad para los ciudadanos japoneses en el país, además de exigir un informe detallado sobre el ataque.
«Desde la perspectiva de la protección de nuestros ciudadanos, hemos solicitado que las autoridades locales en Shenzhen tomen medidas para prevenir que estos incidentes se repitan y para que compartan información detallada del caso», afirmó Moriya.
Shenzhen es una de las ciudades más importantes de China por su desarrollo tecnológico y económico, con una gran presencia de empresas japonesas y una considerable población de ciudadanos extranjeros.
UN PATRÓN INQUIETANTE
Este ataque no es un hecho aislado. En junio de este año, otro incidente violento sacudió a la comunidad japonesa en China cuando una madre y sus dos hijos fueron atacados en Suzhou, en la provincia oriental de Jiangsu, por un hombre armado con un cuchillo. Estos hechos han incrementado la tensión en las relaciones entre ambos países.
Si bien las autoridades chinas han asegurado estar comprometidas con la seguridad de los residentes extranjeros, estos incidentes han generado temor entre las comunidades de expatriados en China, que ahora piden mayor protección y medidas preventivas. (RI/AG/IP/)
