Lo que he logrado aprendiendo español, por Mahiro Kuwahara*

Mahiro Kuwahara, Universidad de Showa

¿Cuál es la capacidad que consigue uno cuando aprende una lengua extranjera? ¿El conocimiento gramatical? ¿Buena pronunciación? Por supuesto, aprendemos estas cosas pero, en realidad, lo que se aprende más es el valor cultural que está detrás de esa lengua. En muchas ocasiones, este conocimiento queda invisible, sin embargo, cambia tu vida muchísimo.

Hablando de mi propia experiencia, mi forma de ser y de pensar han cambiado mucho desde que empecé a estudiar español y su cultura. Ahora me consideran más activa y extrovertida que antes y es cierto, ya que me encanta hablar, conocer a la gente y experimentar cosas nuevas. Antes, era tímida, muy casera e incluso tenía miedo a probar cosas nuevas. Este cambio ha surgido gracias a aprender español y conocer a la gente hispanohablante.


En cuanto a lo que he aprendido, hay dos cosas que puedo destacar.

La primera es la importancia de vivir a mi manera. En mi opinión, a muchos japoneses nos preocupa más lo que piensan los demás de ti que cómo eres realmente. Esto ocurre porque, en Japón, se enseña desde niños a no molestar a los demás y también la importancia de mantener la armonía. Sin embargo, en el mundo hispanohablante, la gente tiende a vivir a su gusto. Mucha gente que conozco, lleva la ropa que le gusta y expresa su amor en cualquier lugar. Me atrae esa forma de vida porque no lo podría hacer si uno no tiene su propio criterio. Por eso, ahora intento aplicarlo a mi vida.

La segunda es no rendirse fácilmente. Fue mi amiga mexicana la que me enseñó este concepto a través de un dicho. A ella la conocí en una reunión de intercambio de español. Un día, cuando estábamos cenando juntas, me di cuenta de que no me había apuntado a la siguiente reunión de intercambio. Normalmente, si no se reserva pronto, se agota la entrada enseguida, así que se lo comenté con cierta resignación. Entonces, ella me dijo “Mahiro, en México se dice que donde cabe una, caben dos” y, de inmediato, se puso en contacto con el organizador de la reunión. Finalmente, consiguió una entrada para mí y pude participar en aquella reunión. El dicho “donde cabe una, caben dos” parece muy simple, pero supuso un impacto para mí, y aprendí que nunca hay que tomar una actitud pasiva para no perder las oportunidades. Al menos así, sé que no me quedaré con ganas.


Si alguien me pregunta qué es lo que había aprendido del mundo hispanohablante, mi respuesta será que debo vivir la vida a mi manera sin preocuparme de los demás excesivamente y no rendirme fácilmente.

Gracias a estas enseñanzas, ahora me siento muy feliz y hasta puedo conseguir más oportunidades. Creo que fue una elección sabia estudiar español y la cultura hispanohablante en la universidad, y ahora soy una persona más independiente. Por eso, quiero seguir viviendo como “japoñola”, es decir, una persona que sabe vivir disfrutando la vida como una española, pero manteniendo los aspectos positivos de una japonesa como saber vivir en armonía. Por tanto, me gustaría seguir aprendiendo español y conocer más profundamente a la gente y su cultura hispanohablante.

Muchas gracias por su atención.


 

(*) Texto del discurso que ocupó el primer lugar, categoría Avanzados, en la final del 2º Concurso Intercultural de Oratoria de Español que se realizó el 14 de septiembre de 2024 en la Torre de Roppongi Hills en Tokio. Mahiro Kuwahara (22) es estudiante del cuarto año de la Universidad Femenina de Showa de Tokio.


 

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