Desde el pasado 1 de abril, la princesa Aiko ha estado asistiendo diariamente a la sede central de la Cruz Roja Japonesa en Tokio. Cada mañana, antes de las 9:00 horas, el vehículo en el que viaja la princesa Aiko se desliza silenciosamente hacia el estacionamiento subterráneo de la sede en el distrito de Minato en Tokio, repitiendo esta escena día tras día.
Un reportero asignado a la cobertura de la familia imperial dijo a la revista Josei Jisin que está «sorprendido» por el compromiso laboral de la princesa Aiko.
«La princesa Aiko ha comenzado su trabajo como empleada a tiempo completo en el departamento de ‘Juventud y Voluntariado’, donde se dedica a la formación y capacitación de voluntarios. Entendíamos que asistiría regularmente a menos que tuviera deberes oficiales, pero no esperábamos que su asistencia fuera tan consistente», comentó.
El 3 de abril de cada año se celebra el Festival del Emperador Jimmu, y el año pasado la princesa Aiko asistió al ritual que se hace en el Santuario Imperial y se pensaba que daría prioridad a esta actividad. Sin embargo, ese día, Aiko llegó a la oficina a las 8:45 horas y se fue a las 18:00 horas. «Su fuerte determinación por integrarse rápidamente en su nuevo trabajo en la Cruz Roja se ha hecho evidente», dijo el reportero.
Aunque se espera que el horario de trabajo en la Cruz Roja sea de aproximadamente 8 horas, la Princesa ya ha estado haciendo horas extras desde su tercer día en el puesto. El comentario general es que «seguirá los pasos de su madre, la emperatriz Masako,» quien antes de su matrimonio estaba asignada al Departamento de América del Norte del Ministerio de Asuntos Exteriores y llevaba a cabo una agenda ocupada para abordar asuntos muy delicados de la época, como las tensiones comerciales entre Japón y Estados Unidos.
El día de su incorporación al trabajo, la Agencia de la Casa Imperial emitió un comunicado con una declaración de la princesa Aiko, que expresaba su reconocimiento al deber fundamental de la familia imperial de «compartir la alegría y la tristeza con el pueblo» y su voluntad de abordar las dificultades que enfrentan los ciudadanos.
En este contexto, se espera que la princesa Aiko participe en las actividades de asistencia a los afectados por el terremoto en la península de Noto. La Cruz Roja, que ha estado brindando apoyo continuo a las áreas afectadas, incluida la asignación de voluntarios, podría contar con la colaboración de la Princesa en estos esfuerzos.
Aiko trabaja con siete compañeros de oficina. El 4 de abril, se llevó a cabo un entrenamiento conjunto para nuevos empleados de todas las filiales de la Cruz Roja, día en que la princesa Aiko permaneció en la sede de la institución hasta las 20:00 horas. Los reporteros que hicieron guardia en el lugar observaron a un repartidor de pizza ingresar la oficina aproximadamente una hora de la salida de Aiko, lo que sugirió una reunión de colegas para cerrar la jornada.
La atención sobre el trabajo de Aiko-sama en la Cruz Roja es máxima como hija única de los emperadores y porque sus acciones pueden influir decisivamente en la visión de la sociedad japonesa sobre la Familia Imperial y en el debate sobre la sucesión de una mujer al trono japonés.
De momento, el objetivo de la Princesa es más elemental y personal: integrarse al trabajo y ganarse el respeto de sus compañeros. (RI/AG/IP/)