El 11 de febrero, poco después del mediodía, un guardia de seguridad en un centro comercial en la ciudad de Kitakyushu, prefectura de Fukuoka, llamó a la policía.
Un hombre estaba exhibiendo sus genitales delante de una chica, dijo.
Seis días después, tras analizar imágenes de las cámaras de seguridad y recoger el testimonio del guardia, la policía arrestó a un hombre en la cuarentena como sospechoso del acto obsceno.
El hombre dijo que en el momento en que se produjo el incidente él estaba en su trabajo. Era imposible que fuera el culpable.
La policía, sin embargo, no verificó su coartada y lo mantuvo encerrado durante nueve horas, informa Mainichi Shimbun.
Mientras estuvo retenido, la policía investigó su versión y descubrió que decía la verdad.
El hombre no solo estuvo en su trabajo cuando ocurrió el hecho; ese día ni siquiera fue al centro comercial donde tuvo lugar.
La policía tuvo que liberarlo y le ofreció disculpas.
El subjefe de la estación policial donde estuvo privado de su libertad prometió realizar esfuerzos para que el error no se repita.
Mientras tanto, el oficial a cargó del caso se excusó diciendo que “era necesaria una respuesta rápida para la investigación de un delito sexual”; sin embargo, admitió que no había suficiente evidencia para arrestar al hombre. (International Press)