El famoso sistema de solución de problemas de Toyota falló en Daihatsu… y en Denso

Planta de Daihatsu en Oita.

Toyota Motor, el líder automovilístico de Japón, se enfrenta a desafíos de cumplimiento en su filial Daihatsu Motor. Estos problemas de conformidad se han revelado en un contexto donde Toyota ha sido históricamente un modelo de prácticas óptimas en la gestión de sus plantas de producción.

Hiroki Nakajima, vicepresidente ejecutivo de Toyota, admitió ante los periodistas que la compañía ha tenido deficiencias en aplicar su principio fundamental de «genchi genbutsu», que se traduce como «ir y ver por uno mismo».


Esta admisión se dio tras salir a la luz 174 ejemplos de mala conducta en Daihatsu, incluyendo pruebas de seguridad.

EL ORIGEN DEL PROBLEMA

Citado por el Nikkei, Makoto Kaiami, abogado y presidente del comité independiente encargado de investigar las irregularidades en Daihatsu, señaló a la gestión de la unidad como la raíz del problema.


Kanji Nakayama, exfuncionario del ministerio de transporte de Japón y miembro del comité, coincidió en la falta de prácticas de «genchi genbutsu» en Daihatsu. El informe del comité reveló que pocos ejecutivos de Daihatsu realizaban visitas in situ.

Toyota ha seguido una estrategia de «home and away», asignando operaciones a empresas del grupo según su ventaja competitiva. Aunque esta estrategia ha contribuido a que Toyota se convierta en el mayor fabricante de automóviles del mundo, su supervisión sobre las subsidiarias ha sido cuestionada.

Casos de mala conducta en Hino Motors, Toyota Industries y Denso han surgido desde el año pasado.


En mayo, Toyota tomó medidas para mejorar la gobernanza en las empresas del grupo, como exigir a la alta dirección que refuerce el cumplimiento y los códigos de conducta.

RELACIÓN TOYOTA – DAIHATSU


Toyota ha trabajado con Daihatsu durante más de medio siglo, priorizando la independencia de la unidad. Toyota invirtió por primera vez en Daihatsu en 1967, adquiriendo una participación mayoritaria en 1998 y convirtiéndola en una subsidiaria totalmente propiedad de Toyota en 2016. Daihatsu se ha especializado en el desarrollo y fabricación de mini carros y otros vehículos compactos, compitiendo con Suzuki Motor en el mercado japonés.

Desde principios de la década de 2000, Daihatsu ha lanzado vehículos compactos desarrollados conjuntamente con Toyota en Japón y en mercados del sudeste asiático.

Sin embargo, los problemas de cumplimiento en Daihatsu comenzaron a surgir alrededor de 2014, coincidiendo con un aumento en los vehículos OEM, incluyendo modelos para mercados extranjeros.

TOYOTA «NO ES PERFECTA»

Daihatsu reportó más de 2,5 billones de yenes en ingresos del grupo para el año fiscal que finalizó en marzo, lo que representa el 7% de los ingresos de Toyota Motor, pero las pérdidas resultantes aún no se han determinado y todo apunta a que serán lo suficientemente graves como para afectar a Toyota en cierta medida.

La caída de las ventas, la devaluación de la marca por las revelaciones de mala conducta y la paralización de todas las plantas nacionales de Daihatsu pasarán una gran factura.

Nakajima concluyó: «El grupo Toyota no es una empresa perfecta. Nos proponemos brindar todo nuestro apoyo a Daihatsu». (RI/NI/)

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