La Universidad de las Artes de Tokio ha vendido cinco pianos por un total de 240.000 yenes (17.800 dólares). Además del dinero recaudado por las ventas, ahorrará 120.000 yenes (890 dólares) en gastos anuales de afinación de los cinco instrumentos.
La universidad también ha dispuesto la desactivación de la calefacción de la biblioteca para ahorrar energía.
Las facturas de electricidad de la institución educativa se han disparado desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022.
La universidad pagará aproximadamente 127 millones de yenes (941 mil dólares) por gastos de electricidad correspondientes al año fiscal 2022.
El caso de la Universidad de las Artes de Tokio no es excepcional. Varias universidades están vendiendo objetos y cerrando instalaciones para ahorrar costos de luz.
La Universidad de Nagoya ha apagado su supercomputadora Furo, que consume grandes cantidades de electricidad.
La Universidad de Osaka ha reducido el horario de funcionamiento de su biblioteca.
La Universidad Metropolitana de Osaka ha cerrado dos ambientes en su campus de Nakamozu.
“Depende de cada universidad elaborar su propio plan de salvación” para lidiar con las alzas de precios, dijo la ministra de Educación, Keiko Nagaoka, en una conferencia de prensa.
Sin embargo, añadió, el Ministerio de Educación continuará apoyando las actividades de educación e investigación de las universidades.
En el segundo presupuesto suplementario para el año fiscal 2022, el gobierno japonés asignó 9.800 millones de yenes (72,6 millones de dólares) para apoyar las actividades de investigación y los esfuerzos de ahorro de energía de las universidades nacionales.
Además, decidió destinar 5.000 millones de yenes (37 millones de dólares) adicionales para ayudar a las universidades nacionales a enfrentar el aumento de los costes de la electricidad. (International Press)
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