7 mujeres camboyanas arribaron a Japón en noviembre de 2016.
Les dijeron que en Japón podrían ganar entre 3.000 y 5.000 dólares al mes trabajando como camareras.
Finalmente, suscribieron contratos verbales por 2.000 dólares mensuales para trabajar en complejos de aguas termales.
Las mujeres fueron forzadas a ejercer la prostitución y no les pagaron por ello, según la demanda que presentaron en el Tribunal de Distrito de Maebashi, en la prefectura de Gunma.
Este mes el tribunal reconoció que las camboyanas no habían recibido los pagos que les correspondían.
Las tres personas que las reclutaron deberán pagar 1,21 millones de yenes (9.000 dólares) a las siete mujeres, alrededor de 172 mil yenes (1.285 dólares) por persona, por concepto de salarios impagos, informó Mainichi Shimbun.
Sin embargo, el tribunal desestimó la demanda de reparación por daños y perjuicios que presentaron las camboyanas por prostitución forzada.
¿Por qué? Para el tribunal, las mujeres podrían haber sido conscientes de que su trabajo en Japón incluía la prostitución y actos similares.
Las mujeres habían solicitado el pago total de 8,9 millones de yenes (66 mil dólares). (International Press)